Varios policías locales de Granada han sido agredidos después de que intentaran identificar a siete jóvenes que hacían botellón en la Placeta Carvajales en el Albaicín en la capital.
Según ha informado el cuerpo policial en un comunicado, los hechos ocurrieron hacia las 01.30 horas de este miércoles, cuando la unidad Dauro 10 se desplazó hasta este punto emblemático de Granada y observaron cómo había un grupo de siete personas consumiendo alcohol en la vía pública con un perro sin bozal y cantando a voces acompañados de una guitarra.
Ante esto, los policías intervinieron solicitando la identificación al grupo de personas que se encontraban alterando el descanso de los vecinos para proceder a su denuncia administrativa por las infracciones.
La actuación se complicó cuando dos de los integrantes de este grupo de personas, de 21 y 37 años, se negaron a identificarse intentando evadirse de la actuación policial.
Ante esta situación uno de los agentes, que trató de impedir que se marcharan del lugar, fue agredido con dos fuertes golpes con el puño en el pecho por el más joven.
Los agentes procedieron a detenerlo, que ofreció «bastante resistencia debido a su corpulencia», momento que aprovechó el de mayor edad para golpear por la espalda a uno de los policías, emprendiendo la huida a la carrera por las escaleras que llevan a la calle Clavel de San Pedro, siendo perseguido hasta ser alcanzado y reducido, e igualmente, «resistiéndose gravemente» a la detención.
En toda esta situación de desorden, mientras que se procedía a la detención del joven de 21 años, el perro de su propiedad, suelto y sin bozal, atacó mordiendo a uno de los agentes que se encontraban engrilletando a su dueño, causándole graves heridas sangrantes en la pierna izquierda.
Una vez realizada la detención, se procedió a denunciar administrativamente a las otras cinco personas que formaban parte del grupo, el perro fue trasladado al Centro de Protección Animal para su puesta en cuarentena y los dos detenidos fueron trasladados para ser reconocidos en un centro médico y posteriormente llevados a dependencias del Cuerpo Nacional de Policía para instruir diligencias por un presunto delito de atentado.
De la unidad, dos de los agentes resultaron heridos, siendo el agente que fue mordido por el perro potencialmente peligroso el que resultó con heridas de mayor gravedad.
