PRENSA: Casa Ágreda ya es de Granada
Futuro museo. El Ayuntamiento lanza el anteproyecto para convertir el conjunto histórico en un centro cultural de la ciudad.
Javier Morales. Ideal, 26-09-2021
La historia de Casa Ágreda está escrita en sus rincones. Al mirar hacia arriba aparece un artesonado con vigas dobles, sucio pero bien conservado, elemento de la vivienda noble del siglo XVI, quizá testigo de intrigas en la alta sociedad granadina. En la balda de un armario se amontonan decenas de estampas con la imagen de la Virgen. Descansan en un poyete varios manojos de llaves con inscripciones como ‘aseo religiosa rosa’. En otra pared cuelgan perchas y un dibujo infantil. Hay un calendario amarillento en el suelo, con los números ocultos tras el polvo. Al pasar la mano sobre el papel emerge ‘2007’ y, en letras mayúsculas, Inmaculada Niña.
En ese año, la escuela hogar Divina Infantita se trasladó a su moderna sede en el Cerrillo de Maracena y la histórica vivienda del Albaicín quedó vacía. Casa Ágreda pasó de ser un lugar noble –por la familia que le dio vida primero y por la labor solidaria de las religiosas después– a un objeto de disputa política y escrutinio judicial.
Esa etapa ha pasado –queda por resolver un recurso de casación que según los técnicos prospera en uno de cada dos mil casos– y Casa Ágreda es ya de Granada. La llave está en manos del alcalde, Paco Cuenca, que se acerca por la cuesta de Santa Inés y la introduce por una cerradura diminuta que no está en la puerta de madera, sino en la pared. Suena un click y se abre una rendija.
Al pasar el vestíbulo y asomar al patio, uno entiende que Casa Ágreda no es una casa: es un conjunto histórico inabarcable y en una hora de inspección se hace imposible entender su estructura. Uno está en un patio con galerías, columnas clásicas y balaustradas y al momento aparece en una cancha de baloncesto junto a un colegio. Lo mismo camina por una habitación ruinosa que por una amplia sala que tiene por cielo maderas talladas.
Y ahí, el alcalde, Paco Cuenca, y el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Fernández Madrid, aventuran: «Esta sala puede acoger perfectamente una exposición». Queda por delante un camino largo pero el primer paso ya está dado:el Ayuntamiento de Granada, tras recuperar las llaves que estaban en manos de Federación de las Agencias Internacionales para el Desarrollo (AIDE), ha puesto en marcha la redacción de un anteproyecto para la reforma de Casa Ágreda, que servirá como pliego técnico para la licitación de las obras del futuro museo de la ciudad.
Portazo
Esto es un portazo a las «actitudes oscurantistas» que afectaban a un patrimonio que es de los granadinos, dice Cuenca. Los técnicos ya trabajan en un boceto inicial, pero el proyecto de reforma de este conjunto con más de tres mil metros cuadrados será complicado. Se hizo una obra de rehabilitación de cubiertas en el edificio noble a principios de siglo, pero en el colegio y la residencia de niñas sin recursos –alrededor de los años 50/60– queda mucho por afrontar.
Está por ver qué responsabilidades puede reclamar el Ayuntamiento a la Federación por el mantenimiento. En 2015, el Consistorio firmó un contrato con la ONG marroquí para la cesión por 40 años con opción de compra de la casa. Tenía que invertir 4,9 millones en su rehabilitación. Un juez consideró que había incumplido y obligó a la oenegé a compensar por el deterioro del inmueble, de más de 3.500 metros cuadrados.
Los técnicos harán primero un análisis de las estancias, pero el anteproyecto prevé incluir sugerencias con respecto al uso futuro de los espacios. Los primeros bocetos estarán listos a finales de este año. Al pisar por la escalinata que sube a la segunda planta crujen los excrementos de las palomas que han llenado de vida Casa Ágreda en los últimos años. Hay llaves perdidas, basura, moho y polvo. Pero la galería superior, que recuerda por ejemplo a la disposición del Museo Arqueológico –vistas a la Alhambra incluidas– da una idea de lo que sería el complejo cultural que plantea el equipo de gobierno.
«El palacete invita a conocer la historia del siglo XVI hasta aquí en nuestra ciudad, y tiene que estar a disposición de todos los granadinos», relata el alcalde. Hay cuatro estancias de gran tamaño, capaces de ser espacios expositivos e incluso de acoger proyecciones o conciertos de pequeño formato. Pero el colegio y la residencia adosados a la vivienda original presentan algunas dificultades: habrá que salvar los obstáculos que impiden la accesibilidad entre edificios que están construidos a distinto nivel.
Y hay que tener en cuenta que la Casa Ágreda es un espacio protegido: cada movimiento requerirá autorización de la Junta de Andalucía. Tras los primeros trabajos técnicos, habrá que buscar financiación, y luego llenar de contenido –fijo o itinerante– el museo de la ciudad. Queda un camino largo, pero Casa Ágreda ya es de Granada y el primer paso, el anteproyecto, está dado.
Un patio con vistas privilegiadas
Casa Ágreda está ‘escondida’ entre las callejuelas del bajo Albaicín, cerca del Darro. La fachada manierista en Cuesta de Santa Inés es espectacular una vez descubierta, pero pasa casi desapercibida en un principio, pese a que queda al doblar una esquina de San Juan de los Reyes. Tras ella, en un zaguán rectangular, está el banco de piedra donde según la tradición solía descansar San Juan de Dios. Pese a la discreción exterior del palacio castellano, mantiene las mismas vistas privilegiadas hacia la Alhambra que el resto de casas señoriales en el barrio. Por detrás de los cuatro magnolios del patio central asoma la Torre de la Vela, imponente, desde una perspectiva única.
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