Denuncia vecinal. Los ciclistas que bajan a toda velocidad la Cuesta de San Gregorio, Calderería o la Cuesta de los Chinos se han convertido en un problema en el histórico barrio
El Albaicín no es un circuito de carreras para bicis», denuncia Mercedes, una combativa albaicinera que, junto a otro de los vecinos del histórico barrio, ha presentado una queja ante la junta municipal de distrito para que se debata y se tomen las oportunas medidas. El recurso a la asamblea del barrio es el último que tiene después de haber acudido a la Policía Local y al Ayuntamiento de Granada.
En su misiva, relatan «la circulación indebida por parte de algunos ciclistas de calles y espacios públicos peatonales en barrios históricos de la ciudad (Albaicín, Sacromonte, Alhambra), circulando a gran velocidad cuesta abajo por calles peatonales concurridas como Cuesta de San Gregorio, Calderería y Cuesta de los Chinos».
Estiman que por esos lugares «caminan peatones de cualquier edad y condición física (niños, mujeres, personas mayores o con movilidad reducida, turistas), a los que se pone en riesgo de ser atropellados». Esta situación les hace considerar que «se deberían cuidar y proteger las zonas peatonales para disfrutar sin miedo a ser embestido por un ciclista temerario e irresponsable».
Los vecinos también hacen hincapié en la señalización, que consideran desafortunada. «Debería visualizarse de forma clara cuáles son las zonas peatonales, qué vehículos no pueden circular por ellas y, en el supuesto de que puedan hacerlo, de qué forma (desmontados, a pie…)».
Por todo ello, solicitan que se tomen medidas, para que los viandantes no sufran «peligro alguno al caminar por estas vías» y también piden que se advierta y sancione, si es necesario, «cuando se observen actitudes y comportamientos que perturben, interfieran o provoquen sensación de inseguridad y miedo a los vecinos y viandantes de estos barrios».
Además de la junta municipal de distrito del Albaicín, también han recurrido al Patronato de la Alhambra por el tráfico de bicis por la Cuesta de los Chinos, que une el Paseo de los Tristes con el monumento, donde el trasiego de ciclistas, aseguran es constante.
«Cualquier estación del año es maravillosa para embelesarnos con el sonido del agua y con la vegetación», narra en su correo electrónico. «Pero lo paradisíaco deja de serlo cuando el sentido peatonal del paseo pierde su papel de espacio calmo y contemplativo para sobresaltarnos continuamente con la bajada y subida de bicis a cualquier hora del día».
«Hoy, 15 de noviembre, he vuelto a subir –describe–, y en media hora he tenido que sortear al menos ocho bicicletas. Sería recomendable, puesto que lo anuncian en los carteles, que fuera peatonal exclusivamente y, para ello, debieran indicarlo con más vehemencia».
El Patronato de la Alhambra ha respondido al vecino de inmediato: «Le comunico que he recibido correctamente su correo electrónico y lo he reenviado al personal competente para que esté al tanto de lo sucedido y se pueda dar una solución lo antes posible».
No es la primera vez que surgen estas denuncias por las bicis. A finales de 2014 y en 2015 se volvió a tratar este tema. El Ayuntamiento ordenó entonces reforzar la vigilancia.
