El inmueble, situado unos metros antes de la capilla de San Andrés, lleva protagonizando incidentes desde hace años.
Ideal (Pablo Rodríguez), 29-10-2020
El mal estado en que se encontraba un inmueble de la calle Elvira ha llevado a la Inspección Técnica de Edificios, un órgano dependiente de la concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada, a obligar a sus propietarios a intervenir para evitar que se produzcan problemas de envergadura en su estructura.
El estado de degradación del bloque era evidente y había sido denunciado por los vecinos en los últimos años. Especialmente insistente fue la asociación Bajo Albaicín, que mostró su preocupación en reiteradas ocasiones por la falta de mantenimiento y la peligrosidad que suponía la vivienda para los ciudadanos.
Desde que quedara deshabitado hace más de una década, el inmueble ha sido protagonista de diferentes incidentes por caída de cascotes que llevaron a los propietarios a apuntalar el conjunto y cubrir tanto los muros como la fachada con una tela para evitar que los desprendimientos pudieran afectar a los transeúntes.
Pese a todo, en 2014, Urbanismo dio de plazo una semana a los propietarios para que intervinieran en la estructura ante el mal estado en el que se encontraba. Un año después, la falta de mantenimiento y la amenaza de ruina fueron las causas que llevaron al derribo de una de las casas de la manzana, la situada en la trasera, junto a la calle Serrano.
Sin embargo, el episodio más grave se vivió en marzo de 2018. Entonces se desplomó parte de la cornisa, lo que provocó que la Policía Local y Bomberos intervinieran. Todo apuntaba, como contó IDEAL, a que las fuertes lluvias caídas en las semanas previas afectaron a la estructura y, especialmente, al tejado.
En los últimos meses, los problemas parecen haberse agravado, por lo que, tal y como confirmaron fuentes de la concejalía de Urbanismo, la Inspección Técnica de Edificios mandó a los dueños que buscaran una solución. Desde el pasado fin de semana se ha podido ver maquinaria en la zona, lo que ha provocado que, como denuncian vecinos del entorno, se haya tenido que cortar en momentos puntuales la circulación en la calle, uno de los accesos más importantes al área del Bajo Albaicín.
