Los agentes, que han llevado a cabo 167 identificaciones en medio año, han localizado esta semana en un piso de esta céntrica vía a un menor escapado de un centro de acogida
Vecinos del Bajo Albaicín se han vuelto a poner en pie de guerra contra la delincuencia en esta céntrica y transitada –fundamentalmente por el día– zona de la capital granadina. Piden soluciones ante la inseguridad que sienten y más presencia policial. Cada vez que hay un problema avisan a Policía Nacional o Policía Local. Y esta última, en el primer semestre del año, ha llevado a cabo más de 450 actuaciones en la zona, entre ellas unas 200 denuncias.
Según datos de este cuerpo policial (que aparte de sus competencias en la regulación del tráfico vela por el cumplimiento de las ordenanzas municipales), los botellones y las drogas acapararon la mayor parte de las denuncias formuladas entre enero y junio. Los botellones se llevaron 129 multas, mientras que las sanciones por drogas ascendieron a 43. Hubo una docena de denuncias por faltas de respeto, cuatro por ruidos, tres por infracciones relacionadas con los perros, dos por miccionar, cinco por armas y cerca de 70 incautaciones de mercancías.
Las identificaciones en el referido periodo en este enclave (Placeta Cruz, Ruedabolas, Correo Viejo, Zenete, Elvira y Honda de San Andrés) son numerosas: un total de 167. A través de ellas se puede localizar a personas reclamadas por la justicia, posibles infractores huidos o poner nombre y apellidos a individuos indocumentados.
Y precisamente este martes, coincidiendo con la petición de algunos residentes y comerciantes para que se refuerce la vigilancia policial por la sospecha de presuntas ocupaciones irregulares de inmuebles, agentes de la Policía Local procedieron a la identificación de media docena de moradores de un piso de la misma calle Elvira. Lo hicieron ante quejas «por problemas de convivencia».
Fuentes policiales indicaron a IDEAL que a raíz de esta diligencia los agentes comprobaron que si bien el piso había sido alquilado de forma legal por uno de sus habitantes, había otros cinco moradores más, y entre ellos un menor escapado de un centro de acogida. Ante esta circunstancia, los agentes darán traslado tanto a los Servicios Sociales municipales (por si fuera precisa alguna intervención ) como al titular de la vivienda.
En cuanto al menor, que no tenía documentación, se trasladó a comisaría para certificar cuál era su identidad, «y una vez que se acredita, se traslada al centro de menores de donde se había escapado».
