PRENSA: La piel herida del patrimonio granadino
Once edificios centenarios de alto valor histórico y artístico de la capital precisan intervenciones para consolidar sus fachadas, en riesgo de desprenderse como la de Casa Mitra
Leer en Ideal, 04-02-2018
Ocurrió hace unos días, el pasado 23 de enero. Por la mañana, temprano, un testero procedente del frontis de la Casa de Mitra, en plena Carrera del Darro, se precipitó contra el suelo. A esas horas aún no pasaba mucha gente por una de las calles más transitadas de Granada. Nadie resultó dañado. Un par de horas después, ante la posibilidad de que el resto del paramento siguiera desgajándose y pudiera ocurrir alguna desgracia, los empleados del establecimiento hotelero ubicado en este caserón del siglo XVI llamaron a los bomberos que, desde los balcones, derrotaron con pértigas los paramentos con mayor peligro de desprendimiento. Se esfumaba al mismo tiempo un lienzo entero de los murales que adornaban esa fachada desde hace casi un siglo. Unos frescos de Mitra, el dios persa protector de la verdad y las aguas, que embellecían el exterior de esta emblemática casa. Las alarmas se encendieron. Primero porque otra diosa, Tique, la del destino, quiso que nadie pasara por ahí justo en este momento. Y segundo porque, nuevamente, estábamos ante una señal evidente del deterioro del casco histórico granadino. Una más. Un par de meses antes se vino abajo otro revestimiento del Palacio de los Marqueses de Cartagena, en plena Cuesta de Gomérez. También hubo suerte. No hubo afectaciones personales.
¿Qué está pasando? Pues que, en efecto, hay muchos elementos patrimoniales, tanto públicos como privados, que presentan un estado de conservación «muy preocupante». No es una percepción del que suscribe, sino de organizaciones como Granada Histórica, que llevan muchos años batallando para que las administraciones y los particulares, dueños de construcciones centenarias y catalogadas en muchos casos como Bienes de Interés Cultural (BIC), se tomen muy en serio el mantenimiento de fincas que de alguna forma son también ‘propiedad’ de todos los granadinos. Sin ellas es imposible entender ni el pasado, ni el presente, ni tampoco el futuro de Granada. Granada Histórica, que unas semanas antes había advertido a través de sus redes sociales de lo que podía ocurrir en la Casa de Mitra –y finalmente terminó ocurriendo–, está ultimando en estos momentos un informe donde enumera una serie de edificios de Granada –en el primer borrador figuran once– que requieren de una actuación urgente para evitar que se repitan sucesos tan alarmantes como el de la Casa de Mitra hace apenas diez días. «Llevamos mucho tiempo reivindicando una acción coordinada para que se ataje este problema», dice César Girón, portavoz de Granada Histórica, quien advierte de que hay «otros inmuebles de muchísima importancia cuya fachada está incluso peor que la Casa de Mitra».
Buena parte de ellos se encuentran en la parte izquierda de la Carrera del Darro, avanzando desde plaza Nueva hacia el Paseo de los Tristes y la Cuesta del Chapiz. La mayoría datan del siglo XVI. Hay varias razones. La primera ya se ha apuntado unas líneas más arriba. Estamos hablando de edificaciones que tienen más de cuatrocientos años de antigüedad y que requieren de un mantenimiento casi continuo. En la Casa de Mitra, por ejemplo, se llevó a cabo una actuación hace tres años. La segunda tiene un carácter general: el clima. Granada es una ciudad que registra grandes oscilaciones térmicas. En verano hace mucho calor y en invierno hace mucho frío. El tercero se relaciona con el río Dauro, que aporta uno o dos puntos de humedad. Y el cuarto con la lluvia y el viento de estos últimos meses, lo que facilita la contracción y dilatación de los materiales. El arquitecto Ignacio Gárate Rojas llevó a cabo una restauración integral de la Carrera del Darro en 1992. Hay un azulejo que lo recuerda en los muros blancos del Convento de las Bernardas. Pero aquello ya queda muy lejos. Demasiado lejos.
Granada Histórica llama la atención sobre el estado de la Casa de los Pisa, donde ya han desaparecido parte de los dibujos del torreón. Metidos ya en la Carrera del Darro, esta asociación alerta sobre la situación del Convento Franciscano de los Ángeles, también del siglo XVI, y sobre la Casa de Mitra, de la que no existe documentación histórica hasta principios del siglo XX, cuando fue adquirida por el anticuario Nicolás Fajardo Arcos. Fue su hijo, Nicolás Fajardo Vílchez, quien realizó las pinturas que representan en su motivo central a Mitra trazando los elementos sobre el libro de la creación. Bajo la mirada cruzada, a sus pies, la cartela con el lema ‘Deo Soli Invicto Mithre’ (‘Al invicto dios del sol Mitra’). A la izquierda de Mitra, derecha en la observación por parte de los viandantes, se aprecia una figura alada que da muerte a una serpiente.
Continuamos nuestro recorrido por la Carrera del Darro para seguir localizando edificios que, según Granada Histórica, requieren atención. El siguiente es el número 23, una casa solariega que perteneció a los señores de Alva y que hoy es un hotel. Cruzamos el río Dauro por el Puente Espinosa y nos situamos delante del número 24, la Casa de los Medallones. Está casi en ruina. Se han perdido los medallones. En la Carrera del Darro hay otros tres edificios que, a juicio de Granada Histórica, precisan una intervención más pronto que tarde: la Casa de los Condes de Arco, donde está el Centro de Documentación Musical de la Junta de Andalucía; el Monasterio de Santa Catalina de Zafra, donde ya casi no se ve el escudo de la orden dominica; y la iglesia de San Pedro, que tiene la declaración de BIC. Fuera de la Carrera del Darro, Granada Histórica señala la portada principal de Santo Domingo, donde se observa una grieta justo encima del portalón central; la iglesia de San Cecilio, con la ‘fachada del cielo’ borrada y el recubrimiento de la torre prácticamente abierto; y el Hospital de San Juan de Dios, donde apenas son perceptibles ya las almohadillas y las ilustraciones del interior alusivas a la vida de San Juan de Dios. Si quieren tener una percepción visual más ajustada, pueden echar un vistazo a las fotografías de arriba.
Patrimonio de la Humanidad
La incógnita por despejar ahora es en qué manera puede afectar todo esto al estatus de Patrimonio de la Humanidad del barrio del Albaicín. La Carrera del Darro, situada en el bajo Albaicín, tiene una protección especial debido a este marbete que conlleva una serie de obligaciones. El presidente del Centro Unesco de Andalucía, Ángel Bañuelos, asegura que el incidente de la Casa de Mitra «no influye en la declaración». «Tendría que ser algo de más gravedad e intensidad». «No es una buena noticia, pero sí un síntoma de la situación en la que se halla el Albaicín que se añade al cableado, las pintadas o la movilidad que ya hemos denunciado en numerosas ocasiones desde el Centro Unesco», comenta Ángel Bañuelos, quien refiere que poner el foco en el Albaicín como candidato para ingresar en la ‘lista roja’ de la Unesco no resulta muy favorable. «No hay que mirarlo en sentido negativo, sino en sentido positivo, en el sentido de que se necesita más conservación», asevera Bañuelos.
Y es que nadie discute el ‘valor excepcional universal’ del Albaicín ni tampoco la ‘autenticidad’ y la ‘integridad’ que le confiere su patrimonialidad. Ahora mismo es improbable que el Albaicín ingrese en la temida ‘lista roja’, «pero lo cierto es que si nos confiamos, puede ocurrir que ese riesgo se convierta en realidad», a juicio de Ángel Bañuelos. «Se ha mejorado en temas como las pintadas no sólo en el Arco de las Pesas, sino en general, pero hay materias pendientes como la recogida de residuos, el pavimento o la presión de los apartamentos turísticos que al final van a provocar la despoblación de los autóctonos», dice.
Pero las asignaturas no aprobadas en el Albaicín también lo son, de alguna manera, en la globalidad del casco histórico de Granada. Pedro Salmerón, nacido en Granada en 1945, tiene una dilatadísima experiencia en la rehabilitación del patrimonio arquitectónico andaluz. Desde que en 1979 obtuvo el título de arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, ha compaginado su labor profesional, desde su estudio en el Realejo, con la docencia y su participación en congresos, cursos, másteres y conferencias por toda España e Iberoamérica. Entre otros trabajos, destacan los realizados en varios espacios de la Alhambra, como el pavimento del Patio de los Leones.
Según Pedro Salmerón, lo acaecido en la Casa de Mitra o en el Palacio de los Condes de Cartagena puede tener, con carácter general, un origen físico. «El clima de Granada influye mucho en la piel exterior de los edificios y en elementos que, por sencilla exposición a las condiciones ambientales, son más sensibles, pero otra cosa es la falta de mantenimiento en el tiempo», explica Pedro Salmerón, quien defiende la teoría, junto a otros muchos expertos, de que hoy día «la conservación va detrás de las necesidades que van surgiendo». «Se precisan inversiones continuas y cuidadosas; estar muy atentos». Salmerón considera que el concepto ‘propiedad’ no sólo implica ostentar la titularidad de un bien que vale dinero y que puede ser objeto de mercado en el futuro, sino que «también hay una responsabilidad dentro de la economía capitalista».
Otra cuestión es la presión que podría haber desde la administración. ¿Ejercen un control suficiente? «En cierto modo no», dice Salmerón. «Hay mecanismos que están puestos en marcha y son eficaces sobre el papel, como las inspecciones técnicas, pero no siempre sirven para atajar los problemas». En este sentido, Salmerón subraya que «la ruina de los edificios se puede disparar en un fragmento de tiempo relativamente corto». Por todo ello, apunta a la necesidad de incentivos. Y es que, bajo su punto de vista, los deterioros que se están produciendo no son sólo una consecuencia de los agentes climatológicos y la edad –la Casa de Mitra y el Palacio de los Marqueses de Cartagena son cuatro veces centenarios–, sino también del parón ocasionado por la crisis que se ha prolongado durante casi una década. «No estaría mal que por parte del Ayuntamiento se hiciera una evaluación de qué está pasando a nivel global», pondera Salmerón. «Si ahora hay unos frentes de riesgo, sobre todo para los viandantes, hay que detectarlos y analizarlos para tratar de evitarlos y que no vuelvan a repetirse».
Más allá de este posible plan de choque, Salmerón entiende que debería haber un replanteamiento de aspectos como la política del centro histórico. Y pone el ejemplo de Málaga y la reestructuración del frente marítimo o su apuesta por equipamientos culturales. En cualquier caso, «si queremos una Granada con el casco urbano bien conservado, tiene que producirse la confluencia de administraciones y ciudadanos». Y recuerda que estos últimos soportan ya la presión de impuestos como el IBI que no se corresponde muchas veces con los servicios que se prestan.
¿Por qué se ‘descascarillan’ las fachadas antiguas?
Según el arquitecto Pedro Salmerón, el deterioro de revestimientos y molduras se debe básicamente a la composición de los morteros, aunque el problema es más complicado desde el punto de vista técnico. La menor durabilidad se produce en las argamasas con cementos en unas determinadas proporciones y con arenas. «También hay morteros con mayor capacidad de resistencia, pero se han hecho reparaciones inadecuadas», dice Pedro Salmerón.
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