5 de septiembre de 2017
¡Bienvenido septiembre!
Comienza el curso, la temporada de mudanzas, llegan nuevos inquilinos. Y el impacto negativo de la elevada población flotante que tiene el Albayzín, junto con el comportamiento in-cívico y desconsiderado de algunos propietarios y parte de ese segmento de la población que no tiene conciencia de barrio, se hace notar. Aparecen colchones y muebles por doquier, depositados en la calle a deshora y sin avisar al correspondiente servicio de recogida.
La imagen lo dice todo: dos colchones depositados en la Placeta de la Charca, lejos de cualquier contenedor, acaban en las escaleras de subida al centro de salud y a San Nicolás. Una vergüenza. El ayuntamiento debe tomar medidas drásticas: el «mueblicidio» sigue siendo una lacra. Los que no saben o no quieren sacar los muebles según establece la ordenanza, deben ser multados ejemplarmente.
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