Con la ola de calor que nos invade, comprobamos cómo este se acentúa en la Carrera del Darro con la eliminación de cuanto verdor crece en el río Darro.
Los viandantes acusamos recibo, una vez más, de esta urgencia en acabar con la vida del cauce y cierta mejoría en una de las calles con menos sombra de la ciudad.