Varios cientos de personas se concentraron ayer en el cerro de San Miguel para beber y comer al aire libre, es decir, para montarse un botellón en toda regla. La fiesta, que estuvo muy concurrida, comenzó a primera hora de la tarde y terminó cuando el sol se retiró.
Leer en Ideal, 16-10-2016
Según confirmaron fuentes oficiales de la Policía Local, el botellón se disolvió alrededor de las ocho de la tarde sin que, al parecer, se registraran incidentes.
Entre la muchedumbre había varias furgonetas que suministraban ‘víveres’ a los asistentes
