A vueltas con los microbuses turísticos

Seguimos denunciando el tamaño de algunos vehículos, claramente inapropiados para la circulación por el barrio e incumpliendo la ordenanza que regula y establece el ancho y el largo permitido. En la primera foto tomada el pasado sábado 6 de agosto podemos observar cómo afectó a la circulación en el Peso de la Harina.

Seguimos denunciando su incompatibilidad, incluso «cumpliendo» con los tamaños establecidos, con la movilidad peatonal en el barrio. En la segunda foto, tomada anoche, 9 de agosto, podemos observar cómo unas jóvenes vecinas se subieron al murete de Carril de San Agustín para poder pasar, porque un autobús paró en el punto en el que hay una vista a la Alhambra para que sus pasajeros pudieran tomar fotos y escuchar las explicaciones del guía. Esta práctica de parar en este punto se está haciendo habitual entre los operadores, según comentan los vecinos. No sólo impide el paso en el punto más estrecho y conflictivo de la calle, sino que llega a entorpecer la fluidez del resto de tráfico rodado.

Anoche pasaron por ese punto de Carril de San Agustín al rededor de 10 microbuses en un intervalo de 10 minutos (a la ida, más tarde pasarían los mismos otra vez para recoger a los grupos). Algo claramente insostenible e incompatible con la afluencia de peatones (vecinos y visitantes) que pasean por la tarde-noche por el Albayzín.

Por lo tanto, seguimos reclamando la regulación estricta de la entrada de estos autobuses en el Albayzín: que no se les permita la circulación por el interior del barrio, sean del tamaño que sean (por ejemplo, que dejen a los grupos de turistas en la Carretera de Murcia para que caminen desde ahí a su destino, o, como propone la Asociación de Vecinos de Sacromonte-Valparaiso, que lleguen por la carretera hasta la Abadía y desde allí que unas lanzaderas lleven a los grupos a sus destinos, aunque, lo mejor sería fomentar la llegada peatonal). Las empresas de las Zambras tienen que ser conscientes que para el éxito de su negocio no pueden ni usar ni abusar de medios de transporte que por su tamaño, capacidad y volumen de circulación son incompatibles con el barrio, tanto con el Albayzín como con el Sacromonte y que son claramente molestos y peligrosos para todos los demás.

¡Reclamamos una actuación y una solución ya! Esta situación se lleva denunciando años sin que la administración responsable, el ayuntamiento, haya hecho nada, sólo emitir una ordenanza de tamaños que ni siquiera es capaz de hacer cumplir.