En la imagen se aprecian dos pesadillas actuales del Albayzín: unas apestosas basuras y una escandalosa despedida de soltero/a. Los elementos de la pesadilla contrastan con los apacibles protagonistas de Albayzín que aparecen en el resto de la foto: tapias, verdor, cipreses, empedrado… Qué duda cabe que los de la pesadilla están fuera de lugar.
Algunos tendrían que preguntarse cómo se ha llegado a una situación en la que el intolerable comportamiento de unos (los de las basuras) y de otros (los de las despedidas) se han convertido en parte de la cotidianeidad del barrio, campando a sus anchas. Ni los de las basuras cumplen con la ordenanza municipal, ni los de la despedida hicieron caso al vecino que manda la foto cuando éste les pidió amablemente que apagaran el megáfono recordándoles que está prohibido y que corrían el riesgo de recibir una multa (al revés, gritaron más fuerte). Estos deleznables comportamientos sólo pueden ser producto de una política ya fracasada y una sociedad al borde de ese mismo fracaso. Y, desde aquí decimos que el Albayzín se niega rotundamente a ser parte de ello.
