Los nuevos autobuses para el Albayzín, que no son tan nuevos
Recientemente, el poder político ha traído dos, o tres, autobuses al circuito Albayzín, con resultados dudosos.
Olvidando las prestaciones mínimas necesarias para usuarios humanos, nos imposibilitan lo más posible acceder a los timbres de solicitud de parada sin manual de instrucciones, necesario ante lo insólito del sistema, y que solo sitúa en la parte izquierda o el techo:
¿Está permitido tirarse encima de quienes ocupen la fila 2 y 3 de asientos de la izquierda para tocar?
¿Y saltar a la voz de «sálvese quien pueda» para llegar a los dos que han colocado en el techo?
¿A dónde os habéis llevado y de dónde habéis traído los asientos usados y repuestos en los nuevos?
¿Y los plegables de la entrada? ¿los habéis tirado? ¿Y las puertas de salida?
¿Y el equipo de primeros auxilios para los que consigan meterse en esa última fila que han montado a presión?
Para huir, digo.
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