[] Los granadinos tendrán que pagar 1,6 millones más con la nueva tasa de basura, a partir de 2026 tendrá en cuenta tanto el valor catastral y el volumen de residuos que se genere en el entorno
El Ayuntamiento de Granada ya ha diseñado y anunciado cómo será el cálculo de la nueva tasa de basura que tendrán que pagar los granadinos. Si la semana pasada se anunció que el coste del servicio era de 31,4 millones, que había que distribuir entre los contribuyentes según la ley de economía circular 7/2022, que obliga a los ayuntamientos a que el servicio lo paguen íntegramente los ciudadanos, este viernes se ha detallado la forma en la que se repartirá el coste y cómo afectará eso a la factura.
Porque hay que aumentar los recibos de los granadinos en un total de 1,6 millones de euros con esta tasa. Eso si, será a partir del 1 de enero de 2026 cuando entre en vigor y se empiece a recaudar y por tanto a aumentar el recibo, de pago bimensual. El nuevo objetivo será quien contamina más, paga más.
Con esta situación, el Ayuntamiento ha diseñado un sistema de cuadrículas para determinar el coste variable de la tasa en función de la densidad de viviendas y de la producción de basura en su fracción resto. Cada cuadrícula tendrá un índice y por eso desde el Ayuntamiento aseguran que no se puede establecer una media de lo que suponga el incremento de la factura ni una horquilla de mínimo o máximo. Lo que se asegura es que habrá quien pague más y quien pague menos. Cada caso será diferente e irá recogido en la ordenanza que se llevará a aprobación a la comisión de Economía extraordinaria el próximo lunes para tenerla lista para el pleno de este mes ya que el plazo indica que hay que tenerla aprobada para el 10 de abril.
Según ha explicado la concejala de Economía, Rosario Pallarés, la estructura elegida para el coste del servicio es que se pague más en función de la generación de los residuos: «Quien contamina más paga más y quien contamina menos, paga menos». Con esta premisa, la estructura de la tasa, de la cuota tributaria, va a tener dos partes: una cuota básica de gestión, que será fija, y una cuota variable.
La ciudad, dividida en 290 cuadrículas para calcular la parte variable de la tasa
La cuota básica recogerá cubrir el coste fijo de la prestacción del servicio siempre que el servicio esté establecido por el Ayuntamiento y se paga por calles, viviendas y actividades económicas. Esta parte la tiene que pagar todo contribuyente y no se puede alegar no pagarla porqeu el servicio está prestado. Esta cuota se ha calculado con un índice básico de gestión medio en función del coste fijo del servicio y de los valores catastrales de los inmuebles. Y se ha determinado el índice 0,00211, por lo que para saber qué paga cada uno de esta parte fija, hay que multiplicar ese índice por el valor catastral del inmueble.
La cuota variable va a recoger lo que representa el tratamiento y el impuesto al vertedero. En este caso habrá algunos contribuyentes que no tengan que pagarla por ejemplo si está deshabitada la vivienda porque no genera residuos o un local sin uso. Solo pagarán la parte fija de gestión. Pero el resto pagará la cuota total sumando las dos partes, fija y variable.
En esta cuota variable habrá, precisamente, más variables. Se ha dividido la ciudad en cuadrículas, hasta 290 cuadrículas según el modelo del área de Medio Ambiente. Y la cuota variable será diferente en cada cuadrícula. Por un lado han utilizado una estadística del INE que afirma que en generación de residuos el 80% los provocan las viviendas y el 20% el resto de actividades económicas, por lo que en cada cuadrícula se ha tenido en cuenta la proporción de bienes inmuebles que hay en función de los usos catastrales. Además se tiene en cuenta las toneladas de la fracción resto, que es la que más contamina. Y en función de ese coste, se distribuye entre todos los inmuebles de esa cuadrícula. «Ahí ya no hay un único índice y lo único que tiene que hacer es buscarse en su cuadrícula su vivienda, ver su índice, y multiplicar por el valor catastral», explica Pallarés.
Además, la cuota variable también es provisional porque depende de las toneladas que se vayan generando y el coste de tratamiento que fija la Diputación para el vertedeero, por lo que la intención es ir revisando anualmente la cuota por si hay diferencias y va mejorando también el reciclaje en Granada.
Como ejemplos: una vivienda en la calle Primavera con valor catastral de 35.258 euros antes pagaba una tasa de 125,52 euros y ahora pagará 88,44. En cambio una en Doctor Azpitarte con valor catastral de 64.947 euros que antes pagaba 142,32 euros ahora pagará 162,47, es decir, 20 euros más. En el caso de los locales, por ejemplo, uno en Puentezuelas con un valor catastral de 256.000 euros pagaba 520 euros y ahora pagará 330, 190 menos, además siendo de alimentación podría tener bonificaciones.
Bonificaciones por utilizar sobras de comida o para rentas bajas
El Ayuntamiento ha previsto ya también bonificaciones a esta subida de la tasa para 2026 cuando entre en vigor. «Como la intención es ir introduciendo rebajas fiscales, en esta ordenanza contemplamos bonificaciones para paliar sus efectos a los contribuyentes y hemos contemplado las bonificaciones máximas que permite ley». La ley permite solo dos tipos de bonificaciones: una específica para esta tasa de los residuos para empresas de alimentación y restauración que firmen un convenio con una organización sin ánimo de lucro para que utilicen sus excesos o sobras de comida, por lo que podrán tener una bonificación del 90% de la cuota variable. La otra bonificación atiende al principio de capacidad económica y llegará a dos supuestos: el 80% de la cuota total para la vivienda habitual de los contribuyentes cuya renta no supere 1,5 veces el IPREM y el 90% de la cuota total para las personas que estén en riesgo de excusión social y lo acrediten.
Un reparto a revisar con el nuevo contrato
El portavoz del equipo de Gobierno, Jorge Saavedra, ha asegurado que el PP está en contra de la imposición de esta tasa de basura, «el tasazo», que «impone el Gobierno de España y el PSOE» y ha lamentado que el grupo municipal en el Ayuntamiento no apoyara la moción popular para exigir a Pedro Sánchez que la eliminara, denunciando que ya son «más de 80 las ocasiones en las que Pedro Sánchez mete la mano en el bolsillo de los españoles y de los granadinos».
Saavedra ha cargado contra una tasa que obliga a repercutir el 100% del coste del servicio en los ciudadanos. Y eso que Granada ya tenía esta tasa, pero había una parte que ahora se afrontaba con recursos de las arcas municipales que ahora tienen que pagar los granadinos. «A muchos le subirá y otros les bajará. Pero en el cómputo general hay que subirla para cubrir el 100% del coste del servicio».
Para calcular el coste total del servicio en esos 31,4 millones de euros se ha tenido en cuenta el contrato actual con números de 2024. Pero la realidad municipal de tener en proceso de licitación el nuevo contrato de limpieza y recogida de residuos llevará a que cuando esté adjudicado haya que revisarlo todo. La ordenanza ya estará modificada con los nuevos criterios para calcular la tasa y distribución de partes pero habrá que revisar en función dle nuevo coste del servicio. Puede ser que sea más favorable al Ayuntamiento y sea más bajo, caso en el que se podría dar que haya que pagar menos de lo ahora previsto, por lo que hasta el 1 de enero de 2026 que se empiece a recaudar «hay tiempo de sobra» para hacer un nuevo cálculo.
Según Saavedra, el impacto de esta nueva tasa en Granada será de 1,6 millones, una cuantía muy inferior a otras ciudadanos, «porque ya nos adelantamos con otra imposición, la de vertederos, que cobramos desde el 1 de enero de 2024″ y que supuso ya un incremento en la factura el año pasado para pagar el incremento de 2,5 millones en el coste del vertedero también al amparo de esta ley 7/2022. Por lo que reconoce que esto va a ser un «esfuerzo de todos» previendo, de todos modos, que habrá multitud de recursos y de litigios como ha previsto la FEMP sobre esta tasa. Ese 1,6 se calcula quitando a los 31,4 millones del coste total del servicio los 28,4 que puede cobrar el ayuntamiento y los ingresos que recibe por recogida selectiva, que son aproximadamente 1,4 millones. Quitando todo lo que ingresa el Ayuntamiento, salen los 1,6 que hay que repercutir «sí o sí».
En respuesta a estas declaraciones, a través de un audio enviado a los medios de comunicación, el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Jacobo Calvo, ha calificado a Saavedra como «el Donald Trump de Granada» y se ha mostrado en contra de que la formación popular confronte con Pedro Sánchez «en lugar de afear a la Diputación de Granada la gestión de los residuos».
