[PRENSA] Pisos para vacaciones, pero no para vivir: las viviendas turísticas duplican la oferta de alquileres disponibles en las grandes ciudades
La búsqueda de un piso de alquiler en el que vivir se ha convertido en una tarea complicada. La escasez de oferta está detrás del alza de los precios y ha convertido la vivienda en un bien codiciado. Según un reciente estudio de Idealista, el 17% de los pisos que se anuncian en el portal inmobiliario se arrenda en menos de 24 horas. Mientras el número de inmuebles disponibles para alquilar como residencia habitual se ha reducido un 5% en el último año, los pisos turísticos no han dejado de proliferar hasta el punto de que en grandes ciudades como Madrid y Barcelona los alquileres vacacionales duplican los ofertados para vivir y en otras como Valencia y Sevilla el desequilibrio es aun mayor.
Al comparar los datos de pisos turísticas del INE y el volumen de alquileres anunciados en Idealista, se observa que en tres de las cinco ciudades más grandes de España, los arrendamientos vacacionales duplican el número de viviendas ofertadas en alquiler. Es el caso de Madrid, Barcelona y Zaragoza, aunque también otras capitales de provincia más pequeñas como Murcia, Oviedo o La Coruña rondan esta proporción. En concreto, en Madrid existen 18.837 pisos turísticos frente a los 7.869 ofertados en alquileren el portal inmobiliario. En la Ciudad Condal, las cifras son menores, pero igualmente disparejas: 9.853 viviendas de uso vacacional frente a 4.645 disponibles para arrendar. Lo mismo ocurre en Zaragoza, donde el INE contabiliza 997 pisos turísticos y hay 448 inmuebles anunciados en Idealista en busca de inquilino.
En el resto de grandes ciudades, donde el turismo tiene un empuje importante, la proporción de alquileres vacacionales es aún mayor. En Valencia se contabiliza un piso anunciado para arrendar por cada 3,6 viviendas turísticas, es decir, 2.180 ofertas frente a 7.976 apartamentos vacacionales. En Málaga y Sevilla, el desequilibrio es más pronunciado con 7.941 y 6.408 viviendas de uso turístico frente a 1.478 y 1.027 en busca de inquilino respectivamente. Aunque no toda la oferta residencial se canaliza a través de Idealista, los registros de esta plataforma reflejan de forma orientativa la dimensión del mercado del alquiler, sobre todo en las ciudades grandes donde está más implantada, ya que no solo sirve como escaparate para particulares, sino también para agencias.
Estos datos evidencian que en las grandes ciudades es más fácil encontrar un piso para turistas que para vecinos. Esta situación es fruto de la evolución contraria del volumen de viviendas vacacionales al alza y una oferta de alquiler residencial a la baja. En 37 de las cincuenta capitales de provincia españolas la oferta de alquiler permanente ha disminuido en el último año, de acuerdo a los últimos datos difundidos por Idealista -correspondientes al tercer trimestre de 2024-. En concreto, Barcelona es la que más ha sufrido esta merma, con una caída del 38% en el volumen de pisos ofertados. Menos pronunciado ha sido el descenso en otras grandes urbes como Madrid y Sevilla, donde la oferta se ha reducido un 9% en un año. En cambio, Valencia y Málaga cuentan respectivamente con un 18% y un 23% más de viviendas anunciadas para alquilar como residencia habitual, aunque este repunte con respecto al tercer trimestre de 2023 no contrarresta la caída del 33% acumulada desde 2019.
El Banco de España constató en un informe publicado recientemente la «rigidez» de la oferta de alquiler residencial, señalando como causa de sus principales limitaciones la proliferación de otros usos alternativos de la vivienda como los pisos turísticos, el arrendamiento de habitaciones y el temporal. En lo que se refiere concretamente al alquiler vacacional, según los últimos datos del INE, el número de viviendas turísticas ha crecido un 16,6% en el último año hasta alcanzarse los 396.883 inmuebles destinados a este uso en toda España. Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña y Canarias concentran el 68% del total nacional, con 88.435, 71.186, 58.708 y 51.175 pisos turísticos respectivamente.
Soluciones por dos vías
Ante esta situación -de la que en lo que va de año se han hecho eco sucesivas manifestaciones en contra de la masificación turística y a favor de mejorar el acceso a la vivienda-, las distintas administraciones han lanzado diversas propuestas para tratar de evitar la expulsión de los vecinos de las ciudades a causa del turismo. Entre las soluciones, están sobre la mesa tanto la ampliación del parque de viviendas destinadas específicamente al alquiler residencial como el coto a los pisos turísticos.
Entre las actuaciones más recientes, por ejemplo, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) puso en marcha este jueves una línea de 268 millones de euros para impulsar la construcción de 10.000 nuevas viviendas sociales y asequibles en régimen de alquiler. Esta iniciativa pretende contribuir a aminorar la falta de oferta, aunque la escasez es mucho mayor. El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias, José María Alfaro, reclamó esta semana medidas para movilizar hacia el mercado del alquiler de larga estancia 200.000 viviendas del parque existente de segunda mano.
Por el lado de los pisos turísticos, uno de los últimos en mover ficha ha sido el Ayuntamiento de Madrid, que la pasada semana presentó un plan para poner coto a este fenómeno, sobre todo, en el centro de la capital. La propuesta de José Luis Martínez-Almeida pasa por prohibir las viviendas de uso turístico dispersas en edificios residenciales dentro de la almendra central -solo se permitirán en bloques completos para evitar problemas de convivencia entre turistas y vecinos- y la transformación de locales comerciales en zonas como Bravo Murillo, Entrevías, López de Hoyos, la calle Alcalá y parte del paseo de Extremadura, entre otras.
A nivel nacional IVA, PSOE y Sumar pactaron hace una semana una reforma fiscal que incluye subir al 21% el IVA de los pisos turísticos. Actualmente los apartamentos vacacionales están exentos de pagar este impuesto si no se prestan servicios complementarios típicos de la industria hotelera como los servicios de lavandería, custodia de maletas o limpieza diaria, mientras que si ofrecen esas prestaciones tributan al 10%, al igual que los hoteles. El objetivo de esta modificación fiscal, pendiente de debatirse en el Congreso, es reducir la rentabilidad de los pisos turísticos para desincentivar este tipo de inversiones e impulsar un trasvase de inmuebles hacia el alquiler residencial.