[PRENSA] Presentan una revisión crítica al PGOM de Granada que pide más protección y menos expansión
El documento, elaborado por profesionales y académicos en Ordenación del Territorio o Arquitectura, y colectivos sociales y ecologistas; critica y rebate las propuestas del futuro plan que regulará la ordenación del municipio para dos década.
La ciudad de Granada está encarando uno de los mayores retos urbanísticos que atraviesa un municipio. Un evento que realmente tendría que ser considerado como una gran oportunidad, ya que abordar el Plan General de Ordenación Municipal es concebir un documento que formula las políticas urbanísticas que regirán las vidas de las personas que habitan el municipio nada más y nada menos que durante los siguientes 20 años. En enero de 2024, el equipo de Gobierno del PP presentó el documento de Avance del Plan General de Ordenación Municipal, preceptivo pero no vinculante, que fue licitado a ‘Territorio y Ciudad’ por el anterior Gobierno municipal del PSOE.
En la presentación del avance, la alcaldesa de Granada, Marifran Carazo, afirmaba que su objetivo era que Granada tuviera uno de los primeros PGOM en la comunidad andaluza aprobado conforme a la LISTA, la Ley de Impulso para la Sostenibilidad de Andalucía, de la que ella misma siendo consejera de Fomento en la Junta de Andalucía fue responsable. Ahora mismo, ese documento se encuentra en fase de participación pública y este jueves 14 de marzo ha recibido una respuesta colectiva ciudadana. Un equipo de ciudadanos de diferente procedencia, incluyendo personas del ámbito profesional y académico en la Ordenación del Territorio o la Arquitectura, así como miembros de colectivos sociales y ecologistas de Granada han presentado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura un documento a debatir al que han llamado “Revisión crítica”, han participado en la presentación: Guiomar Carranza, Ángel Fernández Avidad, Jose Luis Ordóñez y Pedro Salmerón.
Guiomar Carranza, Ángel Fernández Avidad, Jose Luis Ordóñez y Pedro Salmerón en la presentación de la revisión crítica del PGOM
El documento comienza con la premisa de que “Granada necesita aire” en el sentido de que “tiene que crecer en calidad y no en cantidad”, afirmación basada en la gran densidad de población y compacidad de ocupación del suelo granadino que consideran “desmedida”, con el doble que en ciudades como Málaga, cuatro veces la de Almería, diez veces la de Córdoba y cinco la de Murcia, una ciudad parecida en cuanto a ser una capital rodeada de vega o terreno fértil, “Un crecimiento urbano que amenaza tanto la Vega como la cuenca de los ríos Darro y Beiro”.
La Revisión Crítica del Avance del Plan General de Ordenación Municipal analiza, critica y propone distintos aspectos de las propuestas del avance del PGOM, una oportunidad donde consideran que “está en juego el modelo de ciudad y si ésta se diseña y construye dando prioridad a las personas, la convivencia y calidad de vida o preferentemente para los coches y/o el negocio privado”. Critican que el avance consiste, en general, en una relación de propuestas genéricas con escasa o nula concreción y exigen medidas específicas y concretas, “que de verdad puedan conducir a avanzar en hacer posibles los deseos u objetivos genéricos planteados” y quieren evitar “que el PGOM permita que se pueda hacer greenwashing”.
A la espera de un POTAUG que supere el ámbito meramente municipal, entienden como necesaria la puesta en marcha de acuerdos intermunicipales tanto en materia de vivienda como en transporte dadas las limitaciones del marco municipal en aspectos cruciales y las características del municipio de Granada y su estrecha conexión con el área metropolitana, que ha llegado a recibir el nombre de “la gran Granada”.
También señalan como punto clave la necesidad de protección de la Vega de Granada con la protección rigurosa de las áreas de suelo rústico y un acercamiento de la administración municipal a los ciudadanos con una dotación técnica a cada uno de los 8 distritos municipales “de perfiles diversos que tomasen el pulso de manera continua a las necesidades y deseos ciudadanos e informasen de su trabajo constituyéndose como mecanismos de participación ciudadana permanente”.
Cambio climático
La revisión propone muchas acciones concretas en materia de cambio climático, como el análisis y cálculo de la huella de carbono que cada actividad produzca y la compensación de la misma “a ser posible en el mismo espacio del planeamiento u otro lugar de la ciudad, generando sumidero de carbono equivalente al emitido previsto, y obligatoriamente a costa del promotor de cada proceso urbanístico”. Otros ejemplos prácticos muy definidos como el empleo de tierra y la prohibición de usar pavimentos o sustratos artificiales, tanto para los caminos e itinerarios ecológicos como en la equipación deportiva; y otras propuestas más amplias y estructurales como la evaluación de la conveniencia de revertir la categorización como suelo urbano de terrenos próximos a la Vega para considerarlos suelos rústicos preservados, “dada la necesidad de reducir el proceso de urbanización en los límites del municipio para el mantenimiento de suelo, acción capaz de amortiguar los efectos del cambio climático y mantener la vegetación”.
Es por esto que, con independencia de la elaboración de un Plan especial de la Vega de Granada, solicitan que el PGOM incluya un catálogo exhaustivo de todos los bienes culturales y naturales, materiales e inmateriales que permitan el reconocimiento y protección efectiva del milenario sistema agrario que constituye la Vega.
El extenso documento aborda distintos temas entre los que destacamos el arbolado urbano, un tema crítico debido a la tala de árboles indiscriminada en la ciudad y denunciada por colectivos ecologistas en los últimos años. Según el relato crítico, el PGOM debería elaborar un listado completo del estado actual de las calles y del arbolado, que hay o podría haber en ellas, y un compromiso de aumento del arbolado de la ciudad con especies con bajas exigencias de agua, que proporcionen buena cobertura de sombra y, a ser posible, faciliten la vida animal silvestre, “de manera que una ardilla pudiera cruzar la ciudad de árbol en árbol hasta llegar a un espacio natural como el de Sierra de Huétor, Sierra Nevada o la Vega”. También hace referencia a la necesidad de renaturalizar los ríos granadinos y que sean auténticos corredores ecológicos y parques urbanos para uso y disfrute de la ciudadanía, regulación de la temperatura y reserva de biodiversidad.
Turismo y movilidad
Precisamente en el momento en el que el último informe del INE ha puesto de relevancia que Granada es la tercera capital andaluza con mayor concentración de pisos turísticos, con zonas como el Centro y el Albaicín en las que prácticamente una de cada cinco viviendas está dedicada a este tipo de uso; el documento crítico señala que el avance al PGOM no hace ni una sola referencia a los usos turísticos, “una de las principales actividades económicas de la ciudad pero también de generación de problemas en los barrios históricos; de las que deberían incluirse limitaciones y criterios respecto a la saturación de vivienda turística o determinados usos de ocio, hosteleros o de restauración”.
Una sobre explotación turística con una prevalencia en el Conjunto Histórico, que incluye las grandes áreas de Centro, Alhambra, Albaicín y Sacromonte, pero que ya se está expandiendo a otras zonas de la ciudad, donde echan en falta una planificación o políticas de equilibrio que aborde el uso desmedido de los apartamentos turísticos y su influencia en una presencia masiva de población flotante, la desaparición del comercio de proximidad y otros factores de cambio. También apuntan a la inexistencia de estrategias que expliciten conflictos tan importantes como el deterioro del paisaje, la deficiente movilidad, la difícil accesibilidad o la excesiva ocupación hostelera del espacio público.
Proponen distintas medidas para implementar, además de la limitación de apartamentos turísticos, como ayudas a la vivienda para familias más desfavorecidas, reducir permisos para obra nueva en una ciudad con muchas viviendas vacías, viviendas sobre las que defienden que el Ayuntamiento “además de poder incrementar el IBI debería poder expropiar, en determinados casos, por razones de Utilidad Pública e Interés Social”.
En cuanto a movilidad, el relato crítico no apoya el soterramiento de las vías del tren, sino el estudio de la Variante de Moreda y, además de otras medidas, propone la recuperación de los trenes de media distancia, reutilizar aquellos trazados o vías que puedan quedar en desuso, como la vía ferroviaria convencional para uso de tren-tram o metro ligero, así como el desarrollo de todas las acciones propuestas en el proyecto Opti-Trans.
Urbanismo con perspectiva de género
Especifican la necesidad de un urbanismo que visibilice las tareas reproductivas y de cuidados y valore la corresponsabilidad colectiva y social. En este sentido, consideran importante reconocer a las mujeres como expertas en las relaciones entre la vida cotidiana y la ciudad, ya que las mujeres continúan siendo en su mayoría las responsables del trabajo doméstico, el cuidado del hogar y las demás personas, lo que las convierte en grandes conocedoras del territorio y las necesidades de las personas en las diferentes etapas de la vida (infancia, juventud y vejez). La revisión crítica del PGOM apunta a que, a pesar de que las mujeres son el 52% de la población mundial y sostienen la vida, su experiencia sobre el entorno no ha generado interés y es muy necesaria la implementación del urbanismo con perspectiva de género.
Marta Gutierrez, arquitecta, primera y única mujer decana del Colegio de Arquitectos de Granada desde 2011 a 2015, aporta para El Salto Andalucía algunos conceptos de mejora de ciudad. Señala, como las personas que han redactado el documento crítico, que a Granada le queda muy poco término municipal sin urbanizar y que la clave es la desclasificación de suelos, y lograr, con medidas específicas, que los barrios recuperen su compacidad, es decir que haya una densidad poblacional capaz de que los servicios sean sostenibles y la vida se desarrolle sin la necesidad del uso del transporte; acompañada por la diversidad de usos para que “todo lo necesario en el día a día esté a mano: comercios, equipamientos, etc, a una distancia caminable; lo que se ha dado en llamar la ciudad de los quince minutos, el tiempo que te lleva recorrer la distancia que te lleva a lo que necesitas”.
Estas cualidades no sólo mejoran nuestra vida a nivel de salud personal, afirma Marta, “con el ejercicio básico de caminar”; también es clave en otros aspectos como la seguridad. La arquitecta apunta que “para que las calles sean seguras, lo que tiene que haber es gente. Y para que haya gente a todas las horas del día, lo que tiene que haber son usos diversos, equipamiento, comercios y respuesta en las calles para la gente en todo momento”. Esto incluye las zonas verdes que, advierte, no pueden estar a mucha distancia o dispuestas en los linderos de las autovías , “Las zonas verdes tienen que estar prácticamente en la puerta de tu casa y para eso se tiene que aprovechar cada hueco posible para plantar árboles en todas las calles, y planificar pequeños parques diseminados en cada barrio, expropiando suelo si es preciso”. Esas son, nos explica, las bases de la ciudad mediterránea, una ciudad donde las cosas estén a distancia del caminar, donde sea agradable pasear de camino, algo bueno para la salud, para que haya gente y por tanto, convivencia.
Para esto, explica, hay que desclasificar suelo y rehabilitar, optar por reformar las viviendas. Sin embargo, advierte que lo que se está rehabilitando está pasando a manos de las viviendas turísticas. Como ocurrió en el Albaicín con un plan de rehabilitación concertada donde se subvencionaron viviendas que quedaron en alquiler a precio limitado pero solo durante 10 años, “viviendas que se hicieron así, se han alquilado para uso turístico. Y se hicieron con dinero público”.
Anteriormente, nos cuenta, la pérdida de densidad poblacional, especialmente en los centros de la ciudad, fueron causados por las oficinas,”que causaron que esos barrios estuvieran menos transitados de tarde y de noche” y actualmente esto ocurre con los apartamentos turísticos, “sumado a la pérdida del uso comercial, que masivamente se ha ido trasladando a la periferia”.
Para Gutiérrez , hay que tratar de recuperar los centros como auténticos barrios con vivienda, con vida, y para eso, “tienen que darse programas públicos de vivienda contundentes , expropiando suelos si es preciso, recuperar suelos para vivienda de verdad, turísticas y dejar de llamarle viviendas a las turísticas, porque no lo son”, algo que advierte no va a ser nada fácil por todas esas expectativas económicas que han alimentado la economía española durante todo este tiempo y que nos mantienen lejos de la diversidad productiva.
Terminar con la segregación espacial y hacer un censo de viviendas real
Ariana S. Cota es antropóloga urbana y miembro del equipo redactor del avance del PGOM, ante la pregunta de algunas medidas básicas para mejorar la ciudad, comenta a este medio que, actualmente los procesos de participación ciudadana en este tipo de cuestiones necesitan revisión porque aunque surgieron de una reivindicación ciudadana para tomar decisiones sobre su propia ciudad han terminado institucionalizándose de un modo que no se les tiene mucho en cuenta; para ella, como buena antropóloga, el proceso que siguieron de escucha le pareció muy enriquecedor por las distintas aportaciones que les sorprendieron porque no se les había ocurrido.
Como el planteamiento de personas del distrito norte que proponían romper la segregación espacial de la ciudad con equipamientos que puedan ser utilizados por la mayoría situados en esa zona, “un Estadio de los Cármenes en el Zaidín hace que mucha gente que nunca iría se desplace al barrio para ver un partido. Para que toda la ciudadanía granadina se sienta parte de la ciudad hay que mejorar la comunicación con el centro y al mismo tiempo que el resto de los granadinos tengamos que ir a zona norte a hacer cosas, esto es una reivindicación histórica de la propia zona norte”.
Otro aspecto a destacar para Ariana es la polivalencia en los equipamientos para ir adaptándolos a las necesidades poblacionales ya que los cambios climáticos, demográficos, etc se producen ahora muy deprisa, “como el plan tendrá una vigencia de 20 años y eso no lo podemos cambiar, usemos herramientas para que los usos sean fácilmente intercambiables y subsanar el error de la segregación espacial, que si hoy en un barrio hay muchos chiquillos los edificios sean colegios pero si de pronto ese barrio acaba por no tener chiquillos pero necesita un centro de la tercera edad se pueda intercambiar el uso fácilmente”.
Para la antropóloga es vital renaturalizar los cinco ríos incluyendo el embovedado del Darro a la altura de Reyes Católicos,”y que todo eso conlleve una vuelta en el uso de la naturaleza, que en lugar de más parques monofuncionales: aquí los columpios para los niños, aquí donde se van a sentar los abuelos; que la naturaleza entre en la ciudad para todos”.
Como tercera pata añade la necesidad de que los espacios públicos cuenten con todos los equipamientos necesarios para la vida: árboles, sombras, papeleras, fuentes para beber, bancos para sentarse, “no puede ser que personas mayores que viven en San Juan de Dios no puedan llegar hasta Reyes Católicos porque no hay un banco en toda la Gran Vía”; y además todo con inmuebles reutilizables, “con elementos como mesitas de madera para que la gente pueda trabajar al aire libre y se pueda reunir”. La última cuestión que destaca tiene que ver con la vivienda, “realizar un verdadero censo de la situación actual de la vivienda, de los que se hacían antiguamente puerta a puerta, no se debería construir ni un solo edificio más hasta que no sepamos cómo está realmente la situación de la vivienda en la ciudad”.
0 Comentario