[PRENSA] Otro pegote en la Gran Vía, en el entorno de la Catedral
Una nueva información que es denuncia sobre nuevas obras en un edificio de Gran Vía, que recomendamos para provocar reflexión. Se trata del edificio número 6 con obras para adaptarlo a apartamentos turísticos.
Hace unos días que los propietarios (Inmobiliaria Alhambra SLU) comenzaron obras para reconvertir los bloques 4 y 6 de la Gran Vía en apartamentos turísticos. La licencia de obra lleva fecha de 2021.
Las terrazas de estos dos edificios están cubiertas de estructuras de hierro fundido de tipo industrial. Servían para proteger zonas de servicio y secadero de ropa. Hacia la fachada delantera de la Gran Vía permanecían diáfanos y sin llamar la atención, integradas ya en el paisaje urbano.
La semana pasada, la terraza del número 6 empezó a ser cerrada con planchas prefabricadas que, por ahora, le confieren un aspecto chabolista. Los canalones unos raros canjilones galvanizados.
Pero lo peor aparece cuando se da a la vuelta al edificio. En la fachada del callejón de Abenamar el chiringuito que ha crecido en el tejado está lleno de latas brillantes. Por lo que se va viendo hasta ahora, se va sumar a las barbaridades que se han venido añadiendo a la Gran Vía original desde finales de los años sesenta. Estos desmanes empezaron a ocurrir en las postrimerías del franquismo, continuaron en la transición y han seguido en todos los gobiernos de la democracia.
Imaginamos que todo se estará haciendo con los papeles en regla por la parte del Ayuntamiento y Delegación de Cultura. Los arquitectos del cartel de obra son de solvencia. Si es así, los responsables institucionales se merecen un suspenso. Y si esta parte obra no se ajusta a la licencia, habrá que cortar alguna cabeza. Este desaguisado es uno más en el entorno de un BIC como es la Catedral.
Ha habido casos similares hace algunos años (como el del número 19, casa Garach), que cubrieron una parte de la terraza para vivienda, pero con una solución nada llamativa y respetuosa con la estructura metálica industrial de principios del siglo XX. Un ejemplo a seguir.
Hace tan solo unos días, a los constructores del edificio número 140 de la calle Elvira se les ha obligado a retejar todos los tejados de un color menos llamativo, ya que originalmente pusieron unas de color rojo fuerte. En este caso de Gran Vía, los tejados y las chimeneas de chapa galvanizada tienen más delito.
La planta que están cerrado vista desde la Gran Vía.
Vista desde el ángulo contrario. Contrasta con el precioso remate de la casa número 2; la 4 continúa siendo estructura abierta de fundido. Por la izquierda aparece el atentado al buen gusto.
Solución aceptable que se dio a la terraza similar de Gran Vía, 19, casa Garach.
Desde finales de los sesenta del siglo pasado, la Catedral ha ido menguando por culpa del crecimiento de edificios de la Gran Vía. En esta foto se ven los elevados volúmenes de Gran Vía 16 y 10.
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