[PRENSA] La transformación en equipamientos culturales de los conventos del Albaicín se queda en el limbo
Vista del convento de Zafra, en la Carrera del Darro Ramón L. Pérez
El Plan General refuerzael carácter de interés público de los inmuebles, pero las órdenes religiosas no han cursado ninguna petición al Ayuntamiento
Ideal (Javier F. Barrrera), 21-08-2023
Los conventos y monasterios ubicados en los barrios granadinos del Albaicín y Realejo van a tener de inmediato una buena opción para sobrevivir en su larga carrera de los siglos. La modificación del Plan General aprobada durante el mandato pasado en la comisión de Urbanismo es el resultado de las conversaciones mantenidas con varias órdenes religiosas. El interés trasladado es que la modificación posibilitara que sus conventos pudieran destinarse como equipamiento cultural o social para el mantenimiento de la orden.
El entonces concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Fernández Madrid, describía que la innovación era necesaria dada la situación de muchos de los conventos, con muy pocas religiosas y de avanzadísima edad, lo que amenazaba la pervivencia de estos monasterios y conventos a medio y corto plazo. De aquí que el Ayuntamiento buscara esta solución. «Con este expediente, se hace una apuesta por su conservación y permitirá dar cobertura al Realejo, Centro y Albaicín en cuanto a equipamientos sociales y culturales», siempre y cuando las órdenes religiosas se apresten a ello.
Durante el anterior mandato socialista, la transformación en equipamientos culturales de los conventos del Albaicín y del Realejo se quedó en el limbo, ya que el Ayuntamiento de Granada no recibió formalmente ninguna petición.
De igual modo, en el actual mandato tras las elecciones municipales de mayo, la situación sigue igual. Enrique Catalina, concejal de Urbanismo del equipo de gobierno del Partido Popular, explica que «está pendiente el avance del plan general previsto para septiembre, y ese documento no entra en esas cuestiones, que son de detalle y que se irán avanzando a lo largo de su diseño». Eso sí, remarca, «hasta la fecha ningún convento se ha puesto en contacto con la gerencia de Urbanismo para tal fin, pero esta cuestión viene de largo y trabajaremos para buscar alternativas y soluciones».
Por otra parte, añade el edil de Urbanismo, «nosotros tenemos en trámite la innovación de los equipamientos. Esto lleva a que se permitiría implementar esos usos en los conventos, siempre como equipamiento». Eso sí, matiza, «a excepción del Albaicín que una vez aprobada la innovación, también tendremos que adaptar ese planeamiento especial».De esta forma, la puerta, para el porvenir, está abierta.
Medio millar de años
A día de hoy, en Granada hay trece monasterios y conventos declarados Bien de Interés Cultural (BIC). Diez de ellos están en el barrio Patrimonio de la Humanidad y tres en el Realejo. En este barrio, el popular convento de las Vistillas, en la calle Molinos, cerró en 2018 sus puertas tras medio milenio en el barrio.
En las mismas fechas, el convento de Santa Catalina de Siena en el Realejo, que habría cumplido 500 años en su actual ubicación en 2030, cerró sus puertas en 2018 y se puso a la venta. Las religiosas de clausura que vivían en él se trasladaron al convento de la Piedad, situado en la plaza de los Lobos.
Queda en este recorrido por el Realejo tres conventos que aún se mantienen con vida religiosa. El primero de ellos es el convento de San José, de las Carmelitas Descalzas, en la plaza de San Juan de la Cruz, en San Matías. El siguiente es el Convento de Carmelitas Calzadas, en la calle Monjas del Carmen. Este presenta una interesante oferta ya que tiene un museo. Su página en Facebook informa de las actividades culturales y visitas guiadas. El tercero del Realejo es el Monasterio de la Madre de Dios. Se trata de las archiconocidas Comendadoras de Santiago ubicadas en la misma calle. En este caso, ofrece alojamiento en calidad de hospedería y también almuerzos con un menú frugal muy interesante preparado por las propias religiosas.
Una situación variopinta
En el Albaicín la situación es igualmente variopinta. Las Bernardas lo abandonaron justo antes de la pandemia. «Pero esto no quiere decir que este vacío o que se haya puesto a la venta», explican desde el propio monasterio. «La propietaria es la orden Cisterciense, que lo ha abierto al público para que pueda usarlo de una manera digna», explican. «En este momento hay una hospedería monástica que se mantiene, abierta al público, pero respetuosamente. Seleccionamos a través de una regla que se tiene que cumplir: silencio, paz, tranquilidad».
Hay también un albergue de peregrinos, «que en este momento no está lleno, está repleto. Tenemos 14 peregrinos y solo hay plazas, así que duermen en el suelo». Respecto a la posibilidad de convertirse en equipamiento social o cultural, lo tienen claro. «Tenemos demasiada actividad como para añadir de otro tipo. Se realizan conciertos y exposiciones. No necesitamos en este sentido ayuda», confirman.
Otro caso es el del monasterio de la Concepción, que cuenta con un espléndido museo. «Tras la pandemia, que nos ha afectado mucho, abrimos poquito. Solo cuando los grupos confirman su visita», comparten. «No merece la pena abrirlo para una o dos personas». Respecto a la posibilidad de aprovechar la nueva norma, aseguran que van a pensárselo, «pero es que ahora estamos desanimadas. Vamos a ver si le damos un impulso y aprovechamos esta oportunidad», confían.
En el convento de Zafra se aferran a que son un monasterio de clausura. «Y hay que respetarlo», asegura sor Aurora. «Es así. La clausura es clausura, así que ni alojamiento, ni residencia, ni colegio, ni exposiciones, ni museo ni nada. Aquí no se puede enajenar una parte porque está todo comunicado». En las Tomasas piensan de igual forma. De hecho, responden a la pregunta con otra pregunta:«¿Pero no se puede hacer nada mientras haya monjas dentro, verdad?». «Pues ya está. Aquí no se puede hacer nada. Ni lo tenemos pensado».
Los conventos que fueron y ahora son edificios públicos en uso
No es nuevo el proceso de transformación de los conventos. Hay varios casos en la ciudad de Granada. Empezamos por el convento de San Francisco el Grande, hoy en día sede del Madoc, desamortizado por José Bonaparte en 1810, y por Mendizábal en 1835. También está el convento de Carmelitas Descalzos, hoy en día el Carmen de los Mártires, desamortizado en 1835, uno de los palacios municipales para celebraciones. El convento de San Francisco, también, es hoy el maravilloso Parador Nacional de Turismo, desamortizado en 1835. Otro caso es el del convento de Santa Cruz la Real, hoy disgregado en la Iglesia de Santo Domingo, el colegio mayor de Santa Cruz la Real, la comisaría de Policía de la Plaza de los Campos y el Cuarto Real de Santo Domingo, desamortizado en 1835, aunque posteriormente se ha vuelto a instalar una comunidad de padres Dominicos que se encargan de la parroquia y del colegio mayor. Un último caso es el del convento del Carmen Calzado, hoy Ayuntamiento de Granada, desamortizado en 1835.
13 Uno a uno
De los trece monasterios y conventos considerados Bien de Interés Cultural (BIC) repartidos entre el Albaicín y el Realejo, tres están cerrados por falta de religiosas. De los otros diez, dos son hospederías y otros dos museos. El resto están de momento operativos y son de clausura
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