[PRENSA] El agua vuelve al pilar de la calle Elvira cuatro años después
La calle Elvira de Granada tiene muchas particularidades y señas de identidad y una de ellas es el pilar del triunfo de las Angustias, que se encuentra al inicio de la calle si se entra por el Arco de Elvira. Un pilar que acaba de recuperar el agua que salía de sus caños tras cuatro años seco.
El concejal de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Granada, Francisco Almohalla, ha informado este fin de semana en su cuenta de la red social X de que el agua ha vuelto a circular por este pilar. «Aún queda trabajo por realizar el pilar de calle Elvira recupera su uso, que agradecen todos los que se acercan en estos cálidos días de verano».
Según detallan en Rincones de Granada, este fue uno de los lugares de abastecimiento de agua más importantes de la ciudad y se conoce desde hace siglos como el Pilar del Triunfo. Su nombre se debe a que en la reconstrucción que se hizo en el siglo XVII, se instaló sobre el pilar una gran pintura, “El Triunfo de las Angustias”.
El pilar es muy sencillo, se reduce a una gran pila rectangular realizada en mármol de Sierra Elvira, decorada con rectángulos y en el panel central se encuentra tallada una granada. Los dos caños de este pilar, que se hayan enfrentados entre sí, salen de unos bastos mascarones adosados a las paredes laterales de la pila. Sobre la pila se encuentra una cartela de mármol donde se lee: «Granada mando reedificar este pilar siendo correxidor el Señor D. Diego de Salva Tierra y Del Burgo Cavallero del Orden de Santiago Señor de la Villa de Salvatierra de Francia Regidor Perpetuo de la ciudad de Salamanca Administrador y Superintendente General de todas las Reales Rentas de Su Majestad de esta ciudad y su reinado. año 1671».
También indican que este Pilar del Triunfo de Las Angustias «fue durante mucho tiempo centro de sociabilidad, de encuentro entre mujeres, donde los viajeros hacían un alto en el camino, y donde los aguadores recogían el agua en las garrafas que colocaban a lomos de sus burros para venderla en la ciudad».
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