[PRENSA] La muralla Zirí, un camino entre pasado y futuro
La rehabilitación de las murallas del Albaicín es un anhelo de la capital y la provincia desde hace décadas que debería afrontar el próximo gobierno tras el 23J
En agosto se cumplen 25 años de la primera vez que se planteó públicamente la construcción de un paseo lineal entre la Puerta de Monaita y el Arco de las Pesas aprovechando el viejo lienzo de la muralla zirí. A priori, todas las administraciones han estado siempre de acuerdo con el proyecto, han puesto dinero para su materialización y hasta llegaron a empezar las obras. Pero pasados los años son escasos los avances materiales que se han conseguido entre unas cosas y otras para desesperación de vecinos y amantes del patrimonio granadino.
Lo que suceda después del 23J es una incógnita, pero los dos grandes partidos ya han mostrado su interés por avanzar y saben que el nuevo Gobierno no partirá de ‘cero’ en esta compleja empresa. En los últimos años algo se ha estado moviendo. Sobre todo, administrativamente. Tras una década con las obras del paseo de la muralla detenidas y sin aparente solución de continuidad, en 2018 el Ayuntamiento de la capital, entonces liderado por el socialista Paco Cuenca, sacaba del cajón este proyecto y mostraba su intención de acabarlo con la ayuda de la Administración central y la regional. Las obras se reformularon y se cifraron en cinco millones de euros; la ejecución sería faseada. Fue la primera gran noticia en muchos años relacionada con este antiguo anhelo de los granadinos.
La segunda llegaría dos años después, en la anterior Legislatura. El 23 de junio de 2020, en plena pandemia del coronavirus, el Ejecutivo de la Junta de Andalucía de Juanma Moreno (PP) protagonizaba en Granada un consejo de gobierno histórico, tanto por la cantidad de inversiones que se anunciaban para la provincia (23 millones de euros), como también por el hecho de que fuera la Alhambra, a través de su remanente, la que auspiciara hasta 38 actuaciones relacionadas con el patrimonio de la ciudad. Entre ellas, claro está, se encontraban las murallas, a las que se destinaba 3,5 millones de euros. En eso se está desde entonces, aunque sin mucho movimiento visible más allá del sinfín de papeleo que trae consigo la actuación. En paralelo, se han ido desarrollando distintas actuaciones de rehabilitación que se han hecho en el lienzo en sí casi obligados por el deterioro lógico que trae consigo el paso inescrutable del tiempo.
El Gobierno
Aunque la Junta tiene encomendada la gestión de este monumento por ser un Bien de Interés Cultural (BIC), la titularidad corresponde al Gobierno central, que ha ido actuando, al margen del proyecto de paseo, en actuaciones de rehabilitación del recinto murario para evitar que se caiga. Son recurrentes las intervenciones de emergencia y rehabilitación que ha ido haciendo desde los años 50. Entre 1953 y 1982 pagó siete actuaciones de consolidación de algunas de las torres de esta infraestructura. Pero la joya de la corona fue siempre el paseo. A principios de este siglo, el Ejecutivo central apoyó el proyecto hasta que se paralizaron las obras por, precisamente, desencuentros con la Junta de Andalucía.
Ocurrió en el año 2006. A partir de entonces se inició un camino maldito que acabaría en vergüenza: el abandono total de la muralla zirí, que empezó en algunos tramos a desprenderse y, en todos, a sufrir el embate cruel del vandalismo. Una travesía por el desierto donde se lanzó a las administraciones un sonoro aviso por parte de las asociaciones patrimonialistas: la muralla zirí entraba en la lista roja del patrimonio de Hispania Nostra como bien amenazado.
Era 2014 y la situación no podía ser más triste hasta que se puso en marcha el Plan Director de Murallas, que puso orden a la situación a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE).En 2017 el Ministerio de Cultura activó una obra ambiciosa de consolidación del monumento que logró sacarlo de la deshonrosa lista. Se actuó en la Torre de las Tres Caras, que dejó al descubierto una puerta del siglo XI. Desde entonces, el Gobierno ha invertido 3,5 millones de euros en el lienzo en sí, que aún espera a mostrar todo su potencial, por ejemplo, a través del gran paseo lineal.
La actuación que está en la rampa de salida es la rehabilitación de otro paño, el que conecta el carmen de la Muralla y el Torreón de las Veredillas de San Agustín. Las obras están pendientes de comenzar. La intención del Partido Popular si es que llega al Gobierno tras la próxima contienda electoral es empezar esta fase y continuar con la siguiente. El objetivo es recuperar el esplendor del paño y hacer posible de una vez el paseo, con el que será posible conectar monumentalmente el Centro con el corazón del Albaicín.
Por su parte, el PSOE recordó a este periódico que el Gobierno en esta Legislatura ya extinta «ha apostado» por la recuperación de este elemento patrimonial. Y que gracias a su «respaldo económico» se ha podido avanzar en una rehabilitación que lleva más avatares que las mismas murallas.
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