PRENSA: El alcalde de Granada eleva la tensión con la Junta de Andalucía tras «apropiarse» del plan Alhambra
La polémicas entre el Ayuntamiento de Granada y la Junta de Andalucía empiezan a ser casi semanales los últimos tiempos. Los populares acusan a Cuenca de «buscar la foto» en proyectos que no son de su competencia mientras abandona otros como la candidatura a la capitalidad cultural europea de 2031
Si el alcalde socialista Paco Cuenca había creado un conflicto con la consejería de Fomento a cuenta de la ampliación del Metro, en el día de ayer las tuvo con el área de Cultura tras la presentación del «impulso» a las obras en la muralla zirí de la capital.
Las obras para convertir esta joya arquitectónica olvidada en las últimas décadas llegando hasta el abandono absoluto hace poco más de un lustro, se incluyó en el plan Alhambra hace ahora dos años. 3,5 millones le fueron presupuestados. Este plan ideado por la Junta venía a cubrir una reivindicación histórica en Granada: que los ingresos obtenidos por el Patronato del monumento se reinvirtieran en la ciudad.
Más de 20 millones de euros del remanente fueron traspasadas a varias instituciones, entre ellas el Ayuntamiento, quien debe gestionar no solo la muralla zirí sino otras tantas restauraciones con los 14,5 millones que se le han ingresado.
Así las cosas, el conflicto es fácil de entender: Cuenca sacó pecho en el día de ayer del paseo lineal que se llevará a cabo en la muralla y que conectará el Albaicín con el centro histórico en lo que debería de ser un enorme atractivo para la ciudad tras su restauración. La cuestión es que ese impulso no lo da el consistorio granadino, sino el propio plan Alhambra y por ende la Junta, que es quien pone el dinero.
El Patronato, al que incluso desde las filas socialistas se critica en el parlamento andaluz por tener que necesitar una inyección extra derivada de la pandemia, pero sobre todo de esa quita de los remanentes, ni siquiera estaba invitada al acto de ese supuesto «impulso» en el que se especificaba además que no había plazos concretos para la obra.
Quien sí estuvo invitado fue el Gobierno central, de la mano de la subdelegada del Gobierno en Granada, Inmaculada López Calahorro y el director general de Bellas Artes del Gobierno de España, Isaac Sastre de Diego. Desde la Junta señalaban en base a las cuentas que «sorprendía muchísimo que no cuente con la Junta de Andalucía para hablar de proyectos financiados por el Plan Alhambra y sí, por el contrario, como ha ocurrido en esta ocasión, con el Gobierno de España, que para este año 2022 no tiene presupuestado ni un solo euro en la provincia de Granada en el ámbito de la cultura«.
En cuanto a la situación del Ayuntamiento en general con respecto al plan Alhambra el malestar es visible, tal y como ya demostró el delegado territorial de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta en Granada, Antonio Granados. Aunque este reivindicó la «absoluta» coordinación entre ambas instituciones, «la falta de lealtad institucional» es una de las quejas constantes. Más teniendo en cuenta que Cuenca parece estar más encima de proyectos sobre los que no tiene competencia que sobre los que sí.
El secretario general del PP en Granada, Jorge Saavedra, acusaba de esto precisamente al edil socialista tras lo sucedido ayer. «No visita aquellas zonas que sí son de su competencia y donde se le acumulan las tareas por una dejación de funciones más que notable« apuntó.
De hecho, en cuanto a la situación del Ayuntamiento con respecto a los diversos proyectos que se deben llevar a cabo con el dinero de los remanentes, los procedimientos van ostensiblemente lentos en comparación con otras instituciones como el Arzobispado o la Universidad de Granada, cuyas obras presupuestadas están algunas hasta terminadas.
Al mismo tiempo, otros proyectos de ciudad parecen abandonados. La candidatura para la capitalidad cultural europea en 2031 fue una de las grandes banderas en su momento, tanto para socialistas en su anterior mandato como para la derecha en los dos años que estuvo en el poder. Tras la llegada de Cuenca de nuevo al bastón de mando, la parálisis es absoluta. Las competencias en ese ramo que más se aproximan son de hecho de una concejalía prácticamente fantasma, la del concejal tránsfuga de Ciudadanos y exalcalde de Granada, Luis Salvador, ahora puesto por el PSOE como concejal de Estrategia 2031.
Nada se sabe en todo caso hasta el momento sobre las comisiones de seguimiento que llevan más de un año sin llevarse a cabo. Algo que también recriminan desde la oposición, que insiste en denominar como «proyecto vacío» lo demostrado por el equipo de Gobierno hasta el momento. Lo mostrado por Cuenca en estos ocho meses bien está sirviendo como impulso para proyectos de futuro como la industria de la inteligencia artificial o la imagen de capital científica, aunque para los populares hace aguas por otras, «siempre en busca de la foto».
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