PRENSA: El fin de las restricciones trae botellones y ruido a una veintena de puntos de Granada, varios de ellos en el Albayzín
Concentración de personas en el cerro de San Miguel. / ALFREDO AGUILAR
En el Albaicín, como se venía produciendo en los meses previos al verano, se reproducen los problemas en los miradores. Carvajales, San Miguel Alto, Huerto del Carlos, Enrique Morente y placeta de Liñán son algunos de ellos. También en el entorno de la Fuente del Avellano, donde en la primavera pasada hubo un fallecimiento.
Pablo Rodríguez en Ideal, 5-10-2021
El pasado sábado, cerca de medio millar de personas se reunieron en la carretera de Málaga para consumir alcohol en la calle. Los participantes, asistentes a un concierto en un local de ocio cercano, no ocultaron el rastro de la fiesta. Botellas rotas y bolsas de plástico, además de un fuerte olor a orina, fue el panorama que se encontraron a la mañana siguiente los vecinos, que dieron la voz de alarma a la Policía Local. Sus llamadas, como ha podido comprobar este periódico, no fueron las únicas. Unas 169 se recibieron a lo largo de la jornada para denunciar, entre otras faltas, botellones, ruidos en la vía pública y fiestas en viviendas.
Lo ocurrido durante el fin de semana prueba que los botellones han vuelto, aunque no con las dimensiones excepcionales de antaño. Durante los meses de julio y agosto, como reconoció el propio gobierno municipal hace un mes, se habían producido problemas vinculado el consumo de alcohol en la vía pública. Sin embargo, como remarcan ahora los vecinos, este fenómeno está incrementándose en las últimas semanas coincidiendo con la relajación de las restricciones sanitarias por la pandemia y la vuelta de los estudiantes.
No se trata de un asunto localizado en un único lugar. Se repite también en Albaicín, Centro o Ronda. En total, según ha podido constatar este periódico, la Policía Local tiene contabilizados una veintena de puntos calientes. El principal, por su volumen y periodicidad, es el de la carretera de Málaga, pero en la Chana también se da en la plaza de la Unidad.
Ocurre lo mismo en el Centro, en las calles Profesor Motos Guirao y Profesor Sáinz Cantero, además del parque Sor Cristina de la Cruz Arteaga, en las proximidades de la Biblioteca de Andalucía. En el mismo distrito, sucede en Ganivet, Moras, Mariana de Pineda, Milagro o Campillo, todas cercanas a Puerta Real, así como en San Juan de Dios y plaza de los Lobos.
Ronda es otro de los lugares en los que se están constatando botellones regularmente. La incidencia es notoria en puntos como Pedro Antonio de Alarcón, Obispo Hurtado, Albert Einstein o Arabial. En Albaicín, como se venía produciendo en los meses previos al verano, se reproducen los problemas en los miradores. San Miguel Alto, Huerto del Carlos, Enrique Morente y placeta de Liñán son algunos de ellos. También en el entorno de la Fuente del Avellano, donde en la primavera pasada hubo un fallecimiento. Placeta de la Cruz, en Beiro, y Fontiveros y Don Bosco, en el Zaidín, son otros de los lugares en los que se están produciendo quejas a cuenta de esta práctica ilegal.
«Con las restricciones, se habían atenuado los problemas que sufríamos en la carretera de Málaga. Sin embargo, con el fin de las limitaciones han vuelto el botellón y la suciedad», cuentan desde la asociación de vecinos de Bobadilla.
Miembros de la entidad reconocen que el problema «solo se da los fines de semana», aunque hablan de una incidencia mayor que botellones y suciedad. Advierten del enorme riesgo que existe en que los participantes crucen la carretera en estado de embriaguez. «Pasan sin mirar si viene un coche o no y sí, de momento no ha habido muertos; pero la realidad es que no ha habido accidentes de milagro. Hay vecinos que evitan circular por allí a esas horas por el temor a lo que pueda pasar», aseguran.
Fuentes policiales reconocen que se ha tenido que actuar al menos en dos ocasiones para dispersar las concentraciones. En la primera, hace tres semanas, se contabilizaron algo más de 150 personas que consumían alcohol y estupefacientes en la vía pública al filo del amanecer. El fin de semana siguiente la situación volvió a repetirse, lo que obligó a los agentes a levantar «muchas actas por ambas infracciones».
Otros problemas tienen que ver con la inseguridad que, en algunos casos, está generando esta práctica. El pasado jueves, la Policía Local informó de la detención de dos personas de 21 y 37 años que supuestamente «se negaron a identificarse» cuando, con otras cinco que habían sido denunciadas, consumían alcohol «con un perro de raza potencialmente peligrosa suelto y cantando a voces acompañados de una guitarra» en la placeta de Carvajales. Al parecer, según apuntaron entonces desde el cuerpo policial, fueron agredidos los agentes, uno de los cuales fue mordido también por el animal.
El equipo de gobierno es consciente de la situación generada por los botellones y recuerda que ya en agosto anunciaron un dispositivo para tratar de anticiparse a su celebración. Entonces, en una rueda de prensa protagonizada por la concejala de Protección Ciudadana, Raquel Ruz, y el superintendente de la Policía Local, José Antonio Moreno, se anunció la puesta en marcha de un plan integral que duplicaba el número de efectivos destinados al control del fenómeno.
La clave era anticiparse a la práctica y asumir un enfoque «integral» que permitiese combatirla tanto en la calle como en los centros educativos. Entre otras líneas de actuación, el dispositivo incluía por tener «una presencia anticipada» en los lugares de mayor frecuencia registrada, para lo que se iba a desplegar a todos los policías de la plantilla al tiempo que se iba a ahondar en la coordinación con otros cuerpos de seguridad, como la Policía Nacional o la Autonómica.
Desde la Policía Local confirman que el nuevo dispositivo «está en marcha y controla los puntos localizados». Remarcan que, de media, unos 60 agentes vigilan que no se produzcan estos problemas y avanzan que el personal se reforzará el próximo fin de semana «en un 30%» para tratar de atajar el fenómeno.
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