PRENSA: Alarma en el Valle del Darro
Al final, todo tiene su sentido. Resulta más que evidente la lectura que puede hacerse de determinados silencios de nuestros responsables políticos que ponen de relieve una posición de complicidad respecto a la desprotección de nuestro patrimonio. El hecho de no dar una explicación, o peor aún, no ofrecer una solución a determinadas circunstancias revela con claridad un posicionamiento que, obviamente, es susceptible de ser interpretado. A ello me dispongo.
Todo viene a la luz de una sentencia, recientemente dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. En efecto la Sala de lo Contencioso-Administrativo, a mediados de junio de este año, dicta una sentencia en un recurso donde, en síntesis, se viene a discutir la conformidad con el Ordenamiento del Decreto de la Junta de Andalucía por el que se inscribe en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como bien cultural el Valle del Darro en los términos de Beas de Granada, Granada y Huétor Santillán.
El Parlamento de Andalucía, en ejercicio de sus competencias aprobó en 2007 la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía en la que, entre otras cuestiones, se constituía el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como instrumento para la salvaguarda de los bienes que en él se inscribieran.
El registro en el citado catálogo supone una singular protección y tutela de acuerdo con unas instrucciones particulares que en cada caso se dictan, y que en el presente supuesto aparecen detalladas en el Decreto 43/2017 de 14 de marzo y que es, precisamente, el objeto del recurso que se cita más arriba.
La tramitación, en aquel tiempo suponía, según Rosa Aguilar (consejera de Cultura de la Junta de Andalucía en aquel entonces) la culminación de «un documento muy minucioso en el que se ha venido trabajando durante mucho tiempo de forma coordinada debido a la complejidad del territorio y a la cantidad de bienes», y en última instancia, venía a culminar la protección a un espacio que transita entre la Alhambra, el Generalife y el Albaicín, y que en más de una ocasión se había visto amenazado por determinados proyectos que ponían en peligro su valor patrimonial. En aquel momento, año 2017, se suscitaba una practica unanimidad en el sentido de que la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio suponía, por fin, un paso importante en la intención de proteger un espacio que atesora valores tanto desde el punto de vista arqueológico, como del paisaje y del medioambiente.
Pues la sentencia dictada en junio de 2020, declara nula toda la tramitación al omitirse un paso formal ineludible.
Llegados a este punto, una de las cosas que más nos llegan a sorprender es la pasividad de las administraciones (Junta de Andalucía y Ayuntamiento), así como la del propio Patronato de la Alhambra y el Generalife. No ha habido ni una sola respuesta por parte de sus responsables políticos de cara a la salvaguarda del patrimonio y las distintas alternativas para su protección después de haberse dictado la citada sentencia.
¿Qué piensa nuestro Alcalde? Han pasado unos días y no se sabe absolutamente nada de su posición. A resultas de las recientes declaraciones en relación a la inmunidad de rebaño parece estar mas interesado en saber algo de inmunología que en en defender el patrimonio de su ciudad.
¿Y el Delegado Territorial de Cultura? Tampoco ha dicho nada. A día de hoy no sabemos si la sentencia va a recurrirse, o qué medios tiene pensados usar (si es que ha pensado algunos) para defender el bien patrimonial del Valle del Darro. Silencio también del Patronato de la Alhambra y el Generalife.
Como dice un profesor de Urbanismo de la Universidad de Sevilla respecto a la nueva Ley del Suelo que pretende aprobar la Junta y que planea fantasmal sobre todo suelo rústico que, según la nueva norma podría pasar de manera casi automática a ser urbanizable, y recordemos que el suelo del Valle del Darro sufre esa amenaza, “La ley (…) provocará una dispersión territorial con un efecto dominó hacia la movilidad motorizada. Tiene un perfil excesivamente economicista bajo el manto de la desregulación, para favorecer la iniciativa del mercado mobiliario”.
En conclusión, si la Administración no hace nada para proteger el espacio del Valle del Darro, de seguir adelante con la nueva norma que regula el suelo en nuestra Comunidad Autónoma, volveremos a escuchar aquellos proyectos como el cierre de la circunvalación que cruzaba el Valle de este a oeste, u otros similares. Algo que, sinceramente nos alarma sobremanera.
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