PRENSA: «Los vehículos creen que tenemos que ir por la acera y los peatones, por la calzada»
Usuarios de patinetes eléctricos reivindican su espacio en Granada y consideran hay que «pacificar» la ciudad para que tengan cabida todas las fórmulas de movilidad posible
Aunque no se definan como unos incomprendidos, quizás sí puedan estar en la palestra para la amplia mayoría de usuarios de las vías de granada, tanto las peatonales como las de vehículos. Usuarios de los patinetes eléctricos de Granada reivindican su espacio en la ciudad, que esta se pacifique respecto a este tipo de movilidad que recuerdan es mucho menos contaminante que los coches o las motos.
Pero la convivencia de este nuevo sistema de transporte unipersonal, que comenzó como regalo en Navidad hace unos años; con el resto de usuarios de la calzada no siempre es fácil, pues en más de una ocasión les ha costado un susto. Ni que decir tiene que por la acera, por más que les gustara, no pueden ni pisarla.
El presidente de la Asociación de Movilidad Ecológica VMPs de Granada, Sergio Ruiz, explica que el mayor problema diario con el que se encuentran en su discurrir por las calles granadinas es el respeto (o la ausencia de él) del resto de vehículos, pues «los coches creen que tenemos que ir por la acera y los peatones por la calzada».
«Ahora van a prohibir las aceras, los vehículos piensan que somos juguetes, cuando somos un vehículo cualquiera y tienen que respetarnos», añade Ruiz, que recuerda que la amplia mayoría de vehículos de este tipo no supera la velocidad máxima permitida (30 kilómetros por hora) en la amplia mayoría de zonas de la ciudad.
Este colectivo trabaja desde hace semanas con el Ayuntamiento en la ordenanza que verá luz próximamente y que pretende ser el arma para defenderse de estos usuarios, cuyo portavoz añade no obstante que cada vez les «respetan más», aunque no es raro el día en el que les adelantan «malamente» o intentan echarles del carril ocupado por un coche.
A su juicio lo que es necesario es concienciar «a todo el mundo», no solo a los coches, sino también a peatones, ciclistas y motoristas sobre este sistema de movilidad de dos ruedas, en definitiva «pacificar la ciudad», pues considera que «todos» tienen su espacio y pueden «compartirlos en convivencia».
Las limitaciones de la DGT
Hace solo unos días la DGT emitió una circular en la que recordaba a los ayuntamientos cuál es la normativa que deben cumplir estos vehículos, al fin y al cabo la misma que el resto de usuarios de las vías, aunque Ruiz considera que desde el ente nacional están «perseguidos».
«Todo lo que sobrepase los 25 kilómetros por hora dicen que no puede ser un vehículo de movilidad personal (VMP), pero hay algunos que llegan a 60 o 70 kilómetros por hora. En Granada hay cuestas en la que es necesaria más potencia para poderlas subir», añade el representante del colectivo.
Este tipo de vehículos puede costar entre los 300 o los 450 euros en la gama media hasta los 6.000 euros el más caro. Desde la Asociación consideran que su uso «irá a más», pues auguran que es «el futuro de la movilidad» y además es «asequible» porque apenas consume.
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