PRENSA: Manifiesto para mantener la esencia del Albaicín frente a la despersonalización del barrio

La Plataforma SOS Alhambra pide más control de pisos turísticos en sus alegaciones al Plan Especial de Protección y Catálogo del Albaicín y el Sacromonte

Granada Hoy, 13-08-2019

Dicen los hosteleros de la ciudad que Granada podría acabar viviendo el mismo ‘infierno’ que Málaga si no se pone coto legal a los pisos turísticos. Una cuestión delicada y que tiene muchas aristas, según desde donde se mire, pero que evidentemente tiene consecuencias directas sobre las capitales. En el caso de la ciudad de la Alhambra, los barrios que tienen más alojamientos de este tipo son los de la zona céntrica como el Realejo y el Albaicín. Este último, Patrimonio de la Humanidad, es por el que ha clamado hoy la Plataforma SOS Alhambra, que pide un mayor control además de ayudas para su regeneración en el Plan Especial de este barrio en el que existen problemas de deterioro del patrimonio, de despersonalización y de ruidos.

«Ante la excesiva aglomeración de apartamentos turísticos, la mayoría sin registrar administrativamente y sin normativa alguna, se sugiere la regulación equilibrada de los usos residenciales y turísticos, debiendo cumplir estos últimos las mismas exigencias que los establecimientos hoteleros», ha manifestado la Plataforma SOS Alhambra liderada por el Centro Artístico e integrada por diversos colectivos ciudadanos y organizaciones ecologistas, a que se han sumado, a título particular, profesionales especializados en patrimonio y vecinos del barrio.

Este es uno de los puntos que ha presentado la plataforma dentro de sus alegaciones al Plan Especial de Protección y Catálogo de los Sectores Albaicín y Sacromonte, presentado por el Ayuntamiento de Granada y en fase de avance, para exigir una mayor participación social y medidas de conservación para el barrio patrimonial.

SOS Alhambra ha criticado que el diseño de un plan «de tanta trascendencia» recaiga en tres funcionarios con ausencia total de personal especializado como historiadores, geógrafos, arqueólogos o economistas y ha reclamado una oficina técnica en el barrio que permita la participación de los vecinos afectados.

Entre sus alegaciones, la plataforma ha pedido que se regulen los materiales, texturas y colores que se pueden usar en fachadas, pavimentos o mobiliarios para mantener la esencia albaicinera.

Ha sugerido además que se realicen estudios arqueológicos en las zonas que contemplan, sobre el mapa, aparcamientos subterráneos, y que se elimine la urbanización prevista en la mitad inferior de San Miguel Alto para convertir ese suelo en parque público.

Para conseguir la regeneración urbana, la plataforma ha propuesto que se implemente un programa de ayudas a la rehabilitación privada con subvenciones y préstamos para los propietarios y residentes y la protección del comercio tradicional.

Otra de las propuestas de la plataforma es la elaboración de un estudio sociodemográfico de la población y su evolución, con inventario de los servicios y equipamientos actuales y su estado de utilidad, que resulta imprescindible para determinar las carencias y las necesidades del barrio en función de su población.

Por otra parte, se exige una regulación de las actividades ruidosas y anticívicas que últimamente se están multiplicando por el barrio y se sugiere la inclusión de ordenanzas específicas que controlen las actividades molestas producidas por el propio turismo, por los locales a su servicio o por los propios vecinos.

Las manifestaciones por el Centro de Salud

Vecinos del barrio granadino del Albaicín se concentraron este pasado fin de semana en el turístico Mirador de San Nicolás para pedir a las instituciones públicas explicaciones ante el «deterioro de la atención sanitaria» debido a la «inestabilidad en la plantilla» del Centro de Salud de esta zona, algo que «repercute de forma directa en las personas».

Los vecinos, pertenecientes a la Asociación de Vecinos del Albaicín y al grupo Amigos del Centro de Salud Albaicín, realizaron una sentada en este enclave tan turístico, en el que siempre hay movimiento de vecinos y visitantes. Recogieron firmas y repartieron folletos informativos para que conocieran de primera mano sus reivindicaciones.

Una concentración que repetirán desde ahora todos los días 11 de cada mes, a las 11:00 horas, en las cercanías del Centro de Salud, según anunciaron desde la plataforma vecinal albaicinera.

Acompañados de sillas, hamacas, neveras y una gran pérgola para protegerse del abrasador calor, desplegaron una pancarta y pidieron firmas y apoyo para una mejora de la situación «por la salud del Albaicín».

Creen que el continuo traslado de médicos, la dilatación entre las citas solicitadas en el centro y el deterioro de la atención han hecho que el Centro de Salud no les ofrezca la calidad sanitaria que necesita el barrio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.

Una atención que se deteriora mes a mes por la falta de médicos en verano y los continuos traslados de los mismos a otras instalaciones de la provincia, algo que no ayuda a la correcta atención sanitaria.

Denuncian que el centro de salud es «un desastre desde hace un año y medio» y que «muchos años de historia médica no se puede resumir en unos minutos» a quien te acaba de conocer.

Los vecinos aseguran que las citas pueden tardar más de 10 días y que ahora en verano es incluso peor, porque solo hay dos médicos para atender a una población de unos 10.500 pacientes –incluyendo el barrio de El Fargue– porque no se realizan las sustituciones de las vacaciones.

Desde hace un año medio estos vecinos se enfrentan a caras nuevas cada mes, y aunque agradecen el trato de los médicos recién llegados, son conscientes «del bajón» que ha dado este centro de atención sanitaria que cuenta 30 años de historia.