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PRENSA: Los apartamentos turísticos ya superan a los hoteles

La Federación de Hostelería alerta de una caída del precio de las camas del 25% en este verano, en el que se puede dormir en Granada en un hotel de cuatro estrellas por 40 euros

Leer en Ideal, 26-08-2018

Es jueves 23 de agosto. Una pareja de Málaga se dispone a improvisar un plan para este fin de semana en Granada. Su economía no es muy boyante y se proponen no gastar más de 40 euros en dormir. Ambos dan por hecho que no podrán aspirar a más de un hostal e incluso empiezan a mirar varias plataformas web de alquiler de apartamentos turísticos para cuadrar las cuentas. Sin embargo, el resultado de una búsqueda rápida por internet les arroja un ‘chollo’. Al lado de la estación de autobuses un hotel de cuatro estrellas ofrece una habitación doble por ese precio. Ambos compran sin dudarlo.

No es la única ganga. Por sólo unos euros más la oferta es más amplia. En la carretera de Málaga, en la avenida de la Constitución e incluso en la misma calle San Antón se puede reservar por menos de 50 euros. Y si ya se quisiera dar el salto a un cinco estrellas se podría hacer por sólo 80 euros. Es el precio de este verano, es lo que el turista está dispuesto a pagar y está generando entre la planta hotelera de la provincia una situación de inestabilidad e incertidumbre de la que parece complicado salir. La patronal señala con el dedo a los apartamentos turísticos, que actualmente superan a la oferta hotelera y a los que se culpa de esta caída de los precios.

Las cifras le dan la razón. Datahippo, un proyecto que persigue ofrecer datos de diferentes plataformas de alquiler turístico, muestra que en la capital el precio medio de la noche por persona es de 19 euros. Para este fin de semana que hoy termina se podía reservar a lo largo de la semana una habitación para dos personas junto a la Catedral por sólo 23 euros. La situación no es distinta en la Costa, en donde en Almuñécar se puede reservar por 21 euros y en Motril por 17 euros. Unos precios, según la Federación Provincial de Hostelería y Turismo, «inasumibles» para el sector.

La polémica de los apartamentos turísticos viene de largo, pero en este verano plataformas web como Airbnb -el Google de los pisos turísticos- han explotado en la provincia. Las consecuencias directas de este amplio mercado de apartamentos turísticos están siendo dos. Los centros históricos de ciudades como Granada se están vaciando progresivamente porque las familias pueden obtener dinero viviendo a las afueras y ‘alquilando’ cada día un piso en el Centro, y el precio de las noches en hoteles y hostales está «por los suelos». El asunto ya salió en el pleno del Ayuntamiento de Granada del pasado mes de julio, en el que se aprobó una declaración institucional relativa a las viviendas de uso turístico en la que el Consistorio declaró «su compromiso con los vecinos de los barrios históricos, acordando la redacción a la mayor brevedad» de un estatuto del Residente de los Barrios Históricos para la defensa de sus derechos como residentes, así como los deberes que le comprometen igualmente». Mientras tanto, lugares como el Realejo, el Albaicín o la Magdalena se han convertido en grandes hoteles ‘low cost’ al aire libre. «La gente compra pisos directamente para alquilar», afirman varios vecinos de toda la vida del Centro de la ciudad. La frase se repite como un mantra entre el gremio inmobiliario, que ya habla de una nueva burbuja. Sanne van Nistelrooij, trabajadora de Chezmoihomes, explica a IDEAL que su empresa cuenta con varias decenas de pisos en la provincia que gestiona como alquiler vacacional. Los apartamentos, adaptados a la normativa de la Junta de Andalucía, no son de su propiedad en la mayoría de los casos, por lo que gestionan bienes ajenos que han sido cedidos por sus titulares para obtener una renta mensual sin levantarse del sofá.

La pelota está en el dejado de la Junta de Andalucía. Santiago Espinosa, responsable junto a Pablo Rey y Alfonso S. Uzábal de la base de datos Datahippo, argumenta que se trata de un asunto «muy complejo» porque la normativa en cada comunidad autónoma es distinta. Su base de datos, que se revisa mensualmente, sirve exclusivamente para hacer un dibujo expositivo de las cifras de precios, habitaciones y pisos que hay en todos los municipios de España, pero no entra en más valoraciones. Si las hace Antonio García, secretario de la Federación de Hostelería y Turismo: «Los pisos turísticos son una verdadera bolsa de fraude consentido por la Junta de Andalucía».

La administración autonómica miraba hacia Madrid antes del cambio de gobierno y el consejero de Turismo, Francisco Javier Fernández, reclamó una regulación nacional que frenara la «sustitución de alquileres comunes por otros de menos tiempo, con carácter turístico». Actualmente, la Junta regula este fenómeno exigiendo que se cumplan una serie de parámetros, como la disposición de aires acondicionados en cada habitación o la ventilación directa al exterior. Son elementos que han tumbado la viabilidad de numerosos alquileres, pero que no han impedido que irrumpan otros tantos como champiñones y que se siga manteniendo una oferta que no cumple con la ley. Carlos Pérez-Lanzac, presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía, recuerda que ahora mismo «ningún ayuntamiento de Andalucía tiene competencia para limitar las viviendas con fines turísticos. Ningún alcalde, sea del partido que sea, puede quitarle derechos a la propiedad privada o a los ciudadanos». Para Lanzac el mercado ya se está regulando. «Ha habido un efecto llamada, pero hay muchas viviendas que no tienen justificación a nivel de rentabilidad», asegura.

En la provincia se dibujan cuatro puntos claros en los que se dispara la oferta de alquiler vacacional. La Alpujarra, la Costa, la estación de Sierra Nevada y la capital son los cuatro entornos atractivos para los visitantes. Tal es la demanda que en algunos municipios como Bubión existe un anuncio de Airbnb por cada cuatro habitantes censados en el municipio. Los precios de rentabilidad no son muy distintos a los que se manejan en la capital y se pueden encontrar igualmente gangas en las que la noche está por debajo de los 15 euros por persona. Las cifras muestran que la oferta está muy por encima de la demanda. De media, en Granada hay unos 7.800 turistas diarios, mientras que si sólo se suma la oferta hotelera y las camas de Airbnb, el número de plazas disponibles para dormir en la provincia está por encima de las 70.000, nueve veces más de lo que la provincia puede asumir.

La Alpujarra ‘abraza’ el nuevo modelo de turismo

Las plataformas web de pisos vacacionales han revolucionado el turismo en la Alpujarra. Los municipios de la comarca, sin apenas metros para levantar nuevos hoteles u hostales, han podido incrementar su oferta en los últimos años para albergar a visitantes gracias a este tipo de portales. María del Carmen Pérez, alcaldesa de Bubión, valora positivamente el incremento de esta oferta y destaca que los oriundos incluso echan en falta a los visitantes en los fines de semana de menor afluencia. El alcalde de Capileira, José Castillo, asegura por su parte que los residentes fijos saben «que el fenómeno turístico genera economía, se asume que es bueno» e incluso plantea que el pueblo está trabajando para reducir la estacionalidad de las visitas.

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