PRENSA: La capital activa un plan para quitar aparcamientos en calles ‘inaccesibles’
Ocurre de vez en cuando. En una vivienda se origina un incendio. Los bomberos intentan aproximarse al máximo para realizar las labores propias de extinción y el vehículo no puede acceder por falta de espacio.
Leer en Granada Hoy, 10-08-2017
Un coche mal aparcado obstaculiza el paso de los efectivos en un momento clave para garantizar la seguridad en la zona. Esto, por desgracia, no solo pasa cuando un irresponsable conductor aparca donde le parece. También hay zonas en Granada convertidas en auténticas ratoneras donde el paso de los camiones de bomberos es complicado. Para el Centro o el Albaicín, los efectivos utilizan vehículos adaptados capaces de acceder por las estrechas calles características de estos barrios pero, ¿qué ocurre en las zonas que, siendo amplias acaban por ser de difícil acceso como consecuencia de los aparcamientos?.
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Granada va a iniciar un plan para detectar las calles donde el acceso de los vehículos de emergencias de bomberos o las ambulancias tengan difícil acceso. Según explica la concejal de Movilidad, Raquel Ruz, la seguridad de los vecinos prima por encima de su capacidad para encontrar aparcamiento pues lo que está en juego es la vida de los vecinos que residen en estas zonas de difícil acceso.
La primera calle que han liberado de espacio para facilitar el paso de los vehículos de emergencias ha sido Sederos, en el barrio Fígares. Ruz detalla que la decisión de eliminar plazas de aparcamiento parte de una reivindicación planteada en la Junta Municipal de Distrito Centro. «Los vecinos nos manifestaron que en el barrio Fígares había calles muy inaccesibles a las que no podían acceder los camiones de bomberos o las ambulancias», destacó Ruz motivo por el cual desde el área de Movilidad se decidió eliminar una fila de coches de la citada calle. Pero además, en esta zona hay otras tantas calles muy estrechas donde los vehículos pasan casi raspando los espejos retrovisores de los coches que se encuentran estacionados a ambos lados. Años atrás, el Ayuntamiento intentó que se cumpliera la normativa que establecía que solo se pudiera aparcar en el margen derecho o izquierdo de la vía por quincenas tal y como establecen las señales que, cargadas de polvo y suciedad, todavía permanecen ubicadas en la zona. Sin embargo, nunca se llegó a lograr ese desalojo de los coches que, en esta ocasión, en la calle Sederos, si se ha hecho con efectividad. La resistencia de los vecinos es normal si se tiene en cuenta que el barrio Fígares es uno de los que quedan más próximos al centro donde cada día acuden decenas de personas a trabajar en comercios, bares y restaurantes y que utilizan esta zona para aparcar.
Para lograr el desalojo, el área de Movilidad colocó carteles en los accesos a la vía y en cada vehículo: «A partir del 8 del 8 estará prohibido el estacionamiento en este lateral de la calle para garantizar el paso de los vehículos de emergencia. Se ruega que procedan a la retirada de los vehículos (actuará la grúa)». En el mismo día, en lugar de dejar el espacio, simplemente, liberado operarios de Movilidad pintaron el margen derecho de la calle con la clásica línea amarilla. A partir de aquí, la idea de Ruz es seguir haciendo un estudio en aquellas calles más estrechas con aparcamientos en las dos aceras para ver si caben o no caben los citados vehículos. «Lo primero es la seguridad de los vecinos por encima de que tengan o no aparcamientos en la puerta», remarcó la edil que espera que sea una medida que se extienda a otras zonas aunque es consciente de que puede generar conflicto por la drástica reducción del número de aparcamientos.
La falta de zonas para aparcar en la capital se ha convertido en un auténtico problema para numerosos conductores. A pesar de las constantes campañas que se realizan para fomentar el uso de otros medios de transporte más sostenibles como el autobús, o la bicicleta, cada día cientos de personas cogen sus vehículos privados para desplazarse por la capital. Esto sumado a la ampliación de las zonas de aparcamiento de carga y descarga o las necesarias plazas para personas con movilidad reducida provoca que cada vez sea más difícil estacionar el coche o la moto especialmente en zonas como el centro, o los barrios del Albaicín y el Realejo.
«En el Albaicín ya estamos completamente colapsados», detalla en este sentido la presidenta de la asociación de vecinos del Bajo Albaicín donde detalla como hace falta habilitar zonas para aparcar. En este sentido, aplaude la decisión de suprimir las plazas del solar que pega con la muralla zirí, actuación prevista para finales de mes, pero recuerda la necesidad de ampliar por otro lado. «La situación es insostenible teniendo en cuenta que, no solo aparcan los residentes, sino que aquí vienen los turistas, los microbuses y autobuses, que aparcan en cualquier sitio obstaculizando».
Aunque durante el mes de agosto estacionar parece sencillo como consecuencia de que muchos granadinos están de vacaciones y de la bajada de la actividad laboral, durante el curso escolar se convierte en una auténtica pesadilla. No solo en los citados barrios sino también en otros como Zaidín Campus donde, en el entorno del Hospital del PTS hay varios solares que son utilizados a modo de parking. Otra de las medidas que plantean desde el área de Movilidad es la ampliación de las zonas 30 para la implantación del modelo de ciclovías. «Por todos los ejes por los que discurran las bicicletas se reducirá la velocidad para que puedan convivir los ciclistas con el resto de usuarios de la vía. Esto ocurrirá, tal y como anunció hace una semana Ruz, en el eje Palencia-Arabial donde se espera la instauración de ciclovías.
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