Antonio Gallego Burín, alcalde de Granada, posa junto a los vecinos del Albaicín en la Casa de la Lona tras el bautizo de una niña abandonada en el barrio y que el alcalde y su mujer apadrinaron. Mayo de 1944 . / Torres Molina/Archivo de IDEAL
En los años setenta se declaró en ruinas y sus vecinos poco a poco fueron abandonándola. Esta es la historia de sus últimos moradores.
Seguir leyendo en Ideal, 19-11-2015
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