Nuestro patrimonio vivo

Entre otros muchos fines que llevaron a la generación de la Plataforma #ArqueologicoYA, estaba el de la conservación del patrimonio. No podía ser de otra manera, teniendo en cuenta que tanto el edificio (continente) como los fondos arqueológicos (contenido) son elementos patrimoniales que debían y deben permanecer y permanecerán siempre como referencia en nuestra constante protesta que se acerca ya a casi dos años.

Por un lado, es indudable la riqueza cultural que dimana de los restos que almacena el museo y del interés que su cuidado y sobre todo su divulgación tiene para la sociedad. Éstos nos ayudan a que  podamos entender, y sobre todo aprehender, los procesos sociales sucedidos a lo largo del tiempo en nuestro territorio y que nos describen e identifican como sociedad en la actualidad. Todo lo anterior sumado a los valores estéticos y científicos de estos elementos hacen en conjunto una suma cuya ecuación deriva en la necesidad imperiosa de su divulgación, y que evidencia lo incomprensible de la situación de clausura del museo, y sin ninguna interacción con la sociedad, durante más de cinco años.

Pero además, desde el principio se determinó como sustancial en nuestras solicitudes la permanencia del museo en su actual ubicación, que son dos edificaciones de significación histórica, arquitectónica y urbana como la casa de Castril y la casa Latorre. Conforman una sede extraordinaria, tanto por su localización en la carrera del Darro y frente a la Alhambra, como por su interés histórico, estético y arquitectónico. Desde aquí hacemos un llamamiento a las autoridades pertinentes para que actúen eficazmente en su restauración integral, que aún hoy sigue siendo necesaria.

Hemos sido constantes en el mensaje de mantener esta sede para el museo, porque consideramos que la mejor manera de conservar el patrimonio es la de poder darle un uso público, manteniendo una actividad social e integrándolo en la vida de los granadinos. Debería además, formar parte de una estrategia general teniendo en cuenta la gran cantidad de elementos patrimoniales que posee el Albaicín y la necesaria integración de todos ellos en la vida social del barrio. Participamos así y nos hacemos eco de lo que dice la propia “Convención del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de París” de 1972 y que con este día conmemoramos:

Si bien es cierto que la gran cantidad de fondos del museo arqueológico hace necesaria la ampliación del espacio museístico, apostamos desde la plataforma por la inclusión de otras edificaciones históricas cercanas a ésta para conformar un museo en múltiples sedes y que permita conocer adecuadamente el legado arqueológico provincial tan abundante, heterogéneo y perteneciente a épocas tan diversas. Para esta idea siempre hemos considerado esencial contar con la casa Ágreda, tanto por su ubicación, como por su tamaño y también por su relación histórica y arquitectónica con la casa de Castril, sin embargo ahora este patrimonio está en peligro de venta por parte del Ayuntamiento de Granada, gestor de este patrimonio público de todos. Si esto llega a suceder quedaría descartada para la idea de multisede, con la venta se perdería uno de los edificios que más posibilidades aporta a la idea.

Cada mes realizamos una concentración de protesta en las puertas de la casa de Castril para defender estos mensajes, e intentamos ser activos e influyentes en la toma de decisiones de qué función pública ha de tener el patrimonio en nuestra vida social. De nada sirve conservar elementos que sean sólo escenario o formen ilustraciones históricas vacías de función alguna, sin que la sociedad en la que están insertados haya tenido oportunidad de intervenir en el proceso decisorio. Esperamos que nuestra actividad sirva para mantener activo y vivo nuestro patrimonio, y pueda además establecer un precedente de la efectividad que tiene la participación ciudadana en su obligado papel activo en el encargo de proteger nuestro legado.

En este sentido redactamos este texto, al hilo del Día Internacional del Patrimonio Mundial, para recordar que la celebración de este día debería, además de festejar, servir para reflexionar sobre el estado de nuestro patrimonio, para celebrar lo que tenemos pero también para visibilizar aquel que está en peligro, abandonado o simplemente susceptible de mejorar su estado actual o gestión. Por desgracia, si nos centramos sólo en el ámbito declarado Patrimonio Mundial, en el Albaicín  la lista es larga: todas las murallas, las puertas, los aljibes, el conjunto casa de Castril y Latorre, la casa Ágreda, el Maristán, los baños árabes de calle Elvira y calle del Agua, el Maristán, el hotel Reúma, el carmen del Negro, las casas moriscas,… y la lista continuaría. En definitiva hablar de todo esto, especialmente en este día, es plantearnos retos futuros que sin duda harían mejor nuestra ciudad. Así lo vemos nosotros, así se lo transmitimos y reclamamos a los gestores políticos y así nos gustaría que lo vieran estos gestores y también más ciudadanos. Conseguir que nuestro patrimonio permanezca vivo es cosa de todos.