La nueva sede de los servicios sociales del Albaicín no tendrá ni un escalón
La antigua escuela del Ave María abrirá sus puertas el próximo 10 de junio tras un año en obras y un costo de 40.000 euros en la reforma.
Para llegar a la nueva sede de los servicios sociales del Albaicín, situada en la antigua escuela del Ave María, no será necesario subir ni un escalón.
Leer en Granada Hoy, 23-05-2015
Tres líneas de autobús en la puerta: el N9, el N8 y el C2, garantizan la accesibilidad en transporte público hasta la misma entrada del edificio. El interior, un espacio diáfano en una sola planta con amplias puertas y aseos adaptados, ahuyenta la sombra de la inmovilidad que planeó durante cuatro años sobre el antiguo edificio de los servicios sociales del barrio, ubicado en el Centro del Gallo. Un inmueble que costó casi dos millones de euros y que presentaba más de 30 deficiencias que lo hacían prácticamente innaccesible.
Claro que las nuevas comodidades no son baratas. Las obras necesarias para adecuar este antiguo centro educativo situado en la Carretera de Murcia le han supuesto al Ayuntamiento un desembolso cercano a los 40.000 euros y cerca de ocho meses de obras. Como el edificio no es propiedad municipal habrá que sumar todos los meses el pago del alquiler que ronda los 3.000 euros.
La mudanza al nuevo edificio comenzará el próximo jueves día 28, de forma que el día 10 de junio la antigua escuela del Ave María abrirá sus puertas al público convertido en centro de servicios sociales del Albaicín. Once profesionales (cuatro trabajadores sociales, una psicóloga, una educadora, una animadora sociocultural, dos auxiliares administrativos, un conserje y la directora del centro) estrenarán un centro de trabajo desde el que se atiende cada año a más de 700 personas.
Durante los últimos años el centro de servicios sociales del Albaicín ha pasado por diferentes sedes. En sus inicios se asentó en la plaza Aliatar pero en 2011 se mudó al Centro del Gallo, un espacio que había sido concebido como zoco de artesanía y que no reunía las condiciones mínimas de accesibilidad.
«Las propias peculiaridades del barrio han hecho que fuera muy difícil encontrar un lugar adecuado y que estuviera bien comunicado con todo el distrito, que incluye El Fargue, Haza Grande, el Sacromonte y el Albaicín y en que viven más de 11.000 personas», explica el concejal de Bienestar Social, Fernando Egea.
Desde los servicios sociales se trabaja en la prevención de la marginación y la exclusión social, se promueven las prestaciones sociales y se da soporte personal para toda la ciudadanía, aunque especialmente a la más vulnerable y con más necesidades sociales.
En el caso del Albaicín cada año se atiende a más de 700 personas, de las cuales 134 tienen reconocido un nivel 1 de dependencia, 320 el grado 2 y 3. En el servicio de ayuda a domicilio se atiende a 77 personas y en la comida a domicilio a 20.
En cuanto a la programación comunitaria se llevan a cabo talleres socioculturales y deportivos, visitas lúdicas y educativas con personas maores, niños, jóvenes y personas en intervención. Uno de los proyectos de mayor interés que se desarrolla es el destinado a personas mayores con dificultades de acceso a los recursos que viven solas en muchas ocasiones y que presentan dificultades de participación.
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