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A pie juntillas con el Santo Meñique Incorrupto

Los costaleros de la Hermandad del Santo Meñique llevan el paso por el Carril de la Lona. GiM 2014

Los costaleros de la Hermandad del Santo Meñique llevan el paso por el Carril de la Lona. GiM 2014

La romería del Santo Meñique volvió a recorrer las calles del Albaicín con las santas reliquias de Chemi, el vecino del Albaicín que un buen día se animó a organizar una procesión pagana a raíz de que le amputaran el dedo de un pie tras un accidente en Gran Vía.

GranadaiMedia, 05-10-2014   Álvaro Calleja

‘Menos recortes y más amputaciones’. No es una frase coreada en una de tantas manifestaciones en contra de la política de Mariano Rajoy. Es el lema que aparece en el cartel de la romería de la Hermandad del Santo Meñique Incorrupto que el sábado recorrió las calles del Albaicín con las “santas reliquias”.

Antes de proseguir con el artículo conviene aclarar, para no herir susceptibilidades, que la peregrinación cumplió ya la mayoría de edad, 19 ediciones, y no tiene otro propósito que el de las diversión por parte de un grupo de fieles unidos por la amistad y el sentido del humor. Eso sí, abierta a todo el que quiera participar. El santo Meñique acepta a todos por igual.

La historia no puede ser más surrealista. En 1994 Chemi, el doliente de esta tradición, vecino del Albaicín, perdió el meñique del pie derecho después de ser atropellado por un coche cuando viajaba en su moto por la Gran Vía. La amputación del dedo conllevó la celebración de un juicio del que logró obtener una indemnización, insignificante en cualquier caso como para compensar la fatal pérdida.

Uno de los amigos que estuvo presente en el Juzgado cuenta una anécdota “absolutamente verídica” que sucedió durante su declaración. Cuando el juez le preguntó si la falta del dedo meñique le impedía hacer alguna actividad, a Chemi no se le ocurrió otra cosa que responder con que le había frustrado su carrera de bailarina, pues ya no puede permanecer durante mucho tiempo de puntillas. La respuesta la acompañó con un giro de 380 grados que sorprendió a propios y extraños y que, según recuerda el amigo, no fue recriminado por el juez.

Pero no fue un accidente menor. Lo primero que hizo Chemi cuando supo que había que amputar, fue reclamar el meñique para darle una digna sepultura. Lo guardó en formol y ya repuesto del percance convocó a sus amigos para enterrarlo en medio de la Vega. “La Guardia Civil nos paró al ver que íbamos 25 personas de noche por la Vega”.

Lo cierto es que, transcurrido un tiempo, quizá víctima del síndrome del miembro fantasma, que no es otra cosa que la sensación de que la parte amputada todavía está conectada al cuerpo, Chemi exhumó el dedo y lo trasladó al jardín de su casa donde ha construido un pequeño panteón.

Y hasta aquí la historia de la sagrada forma a la que le atribuyen hasta milagros. “El meñique incorrupto es señal inequívoca de santidad”, subraya Chemi, vestido de romero, mientras tira de un coche de niños atiborrado de viandas y bebidas espirituosas.

Como cada año, la romería parte del Carmen del Meñique, en la calle Zenete. Allí sus fieles esperan impacientes la salida del paso mientras bailan pasodobles que despide un improvisado equipo de música  adosado a un carro. Primero sale el doliente y a continuación el portador del estandarte sin pecado de color púrpura del Santo Meñique. Inmediatamente después el paso de palio que portan cuatro costaleros a ritmo del himno nacional. En la hornacina, en un pequeño ataúd, descansa los restos del meñique que, como cada año, antes de su salida, se exhibe al público para comprobar su estado incorrupto.

“Al cielo con el Santo Meñique”, gritan los costaleros a falta de un capataz que los vaya guiando. Aplausos y vítores, a los que se suman grandes y pequeños. En el recorrido, en una de las fuentes, tiene lugar el besapies, otro de los momentos de la liturgia más esperados. Chemi se descubre el pie derecho y los discípulos del Santo Meñique le muestran su afecto.

No se escapa ningún detalle. Si llegado el caso se presenta la Policía, sorprendida por lo estrafalario de la ceremonia y de los atuendos, se justificará como una celebración más de despedida de soltero.

Los miembros de la Hermandad ya preparan la celebración del 20 aniversario, una efeméride redonda para que no van a escatimar en gastos. Pero en esta ocasión quieren cambiar el itinerario y volver al lugar donde tuvo lugar la pérdida, la Gran Vía. La idea es solicitar una autorización a la Subdelegación de Gobierno de Granada para procesionar el trono por la principal avenida de la ciudad. Lluvia de pétalos, coronación canónica, una alfombra de  juncia, mastranzo y romero al paso del Santo Meñique…. Las propuestas pueden ser de lo más disparatadas. Cualquiera sabe. Devoción y sano jolgorio garantizado.

Cartel romería Menique 2014

Cartel romería Menique 2014

Categoría:Novedades, Prensa
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