28 de mayo de 2014

Un barrio con veinte tipos de empedrado

Vincent Morales Garoffolo, arquitecto y vecino del Albaicín, autor del estudio sobre el empedrado. GiM 2014

GranadaiMedia, 28-05-2014

Álvaro Calleja

El Albaicín cuenta con 20 tipos de empedrado diferente, tres de adoquinado, otros tres de enlosado, dos de asfalto y cinco tipos de pavimentos menos habituales. El arquitecto y vecino del Albaicín, Vincent Morales Garoffolo, ha pasado revista a cada rincón del barrio, en total –calcula- que cerca de 25 kilómetros lineales de calles para elaborar un estudio que presenta este miércoles en el Carmen de la Victoria (Cuesta del Chapiz) en una conferencia que organiza la Asociación de Vecinos del Bajo Albaicín y que lleva por título ‘78% empedrado. Una aproximación a los pavimentos del Albaicín’.

Nadie hasta ahora había realizado un estudio de campo tan detallado del pavimento del Albaicín, una de las muchas cuestiones en el barrio que con frecuencia enfrenta a las administraciones, incapaces –según opina- de fijar unos criterios para la elección del tipo de firme.

Se trata de un trabajo abierto que por ahora se ha limitado a analizar la situación actual -el tipo de pavimento que hay en las calles del barrio y su estado de conservación- pero que pretende “dar pistas” a la hora de fijar unos criterios de intervención.

“Tras 20 años de la declaración del Albaicín como Patrimonio de la Humanidad, 24 desde que existe un plan de protección y 10 desde el último intento de elaboración de un nuevo plan especial, no ha habido jamás un documento sobre la mesa que fije protocolos de cómo actuar sobre los pavimentos”, apunta Vicent Morales, para quien “cualquier criterio de intervención debe partir de la toma de datos objetivos”.

Esa falta de criterio es la que ha dado pie a actuaciones “bastante incoherentes” a la hora de la elección del pavimento. Los resultados, en algunos de los casos, han sido “nefastos”. “Hay intervenciones bien intencionadas que tienen fallos de diseño, otras vienen impuestas por criterios abstractos sin tener en consideración variables particulares del barrio, y también se han realizado experimentos que pueden valer, pero sin visión de conjunto”.

Hay detalles de ejecución que no han tenido en cuenta el valor histórico del lugar. Un ejemplo de ello se encuentra en la recién remodelado carril de San Cecilio, donde después de dos años de disputa entre administraciones se sustituyó el empedrado por adoquín colocando en las inmediaciones de una de las puertas más antiguas de Granada -la de Bab Qastar, también llamada del Castro o de Hizna Román-, a espaldas de la ermita, las arquetas metálicas de los saneamientos y de la luz.

Lo cierto es que el debate sobre el empedrado es –como dice Vincent- bastante recurrente entre los propios vecinos pero “no es exclusivo del Albaicín”. “Está presente en todos los centros históricos”, puntualiza. Muchas personas de avanzada edad prefieren que se sustituya el firme de chinos por un material más cómodo, como es la combinación de empedrado y loseta que se ha colocado en algunos puntos del Albaicín con el pretexto de hacer un barrio más accesible. Dichas intervenciones señaladas en un mapa que muestra el arquitecto sobre el ordenador demuestran que son actuaciones aisladas y no dan respuesta al problema de accesibilidad. Desde su punto de vista, esta “sólo se resuelve con un estudio serio y profundo de las rutas accesibles para personas con discapacidad, una cuestión que no se ha incluido en el actual Plan de Movilidad”.

La realidad es que el pavimento de las calles del Albaicín se encuentra en un estado de conservación “normal tirando a malo”, reconoce el autor de un estudio en el que se ha tenido en cuenta la pérdida de material, los socavones o los parcheos, entre otros parámetros. El empedrado, guste o no, forma parte del paisaje patrimonial actual con independencia de su datación en el tiempo. “Prueba de ello es que el 78 por ciento del pavimento actual del Albaicín es de empedrado. ¿Sustituirlo? Es una irresponsabilidad. El empedrado y ciertas técnicas tienen valor más allá de su datación histórica. En Granada la relación con el canto rodado tiene una relación antrópico-cultural y, como tal, merece su puesta en valor”.

Desde su punto de vista hay distintas variables a la hora de aplicar pautas para la elección del material más apropiado a la calle. A las características propias de las calles (pendiente, escaleras…) hay que añadir cuestiones que guardan relación con su uso como son el tráfico de vehículos, la circulación mayor o menor de personas; también la propia historia.

Su estudio apunta un posible método de trabajo para que el empedrado juegue el papel fundamental, y está abierto a las aportaciones que los vecinos y administraciones quieran hacer para convertir el Albaicín en un barrio “vivo y patrimonial”.