El vía crucis del museo del Sacromonte
Álvaro Calleja
El Museo Cuevas del Sacromonte atraviesa desde el pasado 24 de marzo su particular calvario. Veintitrés días han transcurrido del desprendimiento de una ladera del Barranco de los Negros y el Ayuntamiento de Granada todavía no ha retirado la tierra y rocas que sepultan el camino de acceso al museo troglodita del Sacromonte.
Los responsables del museo, que cuentan con el apoyo de la Asociación de Vecinos del Sacromonte, se han dirigido por escrito al servicio de Urbanismo del Ayuntamiento para solicitar que despeje la vía pública cuanto antes y proceda a la sujeción del terreno y de las cuevas contiguas que existen en el mismo camino para “evitar futuros derrumbes y no tener sorpresas”.
El talud se vino abajo a las seis de la madrugada del lunes 24 de marzo, ocasionando pequeños daños a dos vehículos aparcados al inicio del camino. Aunque el museo ha abierto un acceso provisional debidamente señalizado a través del edificio de la Chumbera, sus responsables admiten que el derrumbe impide pasar por la entrada principal “con el consiguiente perjuicio económico”. También aluden al peligro que entraña para las personas que transitan por la zona y al daño que ocasiona en la imagen turística del Sacromonte en un momento tan especial como es la Semana Santa. En la carta se refieren a la salida, precisamente hoy, del Cristo de los Gitanos, momento de gran aglomeración de personas en la Verea de Enmedio, así como en la zona del desprendimiento.
“No hemos tenido daños personales y materiales, sólo los que ocasionó en los coches de vecinos, pero nos sentimos impacientes porque la solución elegida sea una solución efectiva y real para el futuro.
Creemos que ya no tenemos que estar paralizados. Es el momento de reaccionar y agilizar la solución”, señalan en la misiva, al tiempo que reclaman que se les dé a conocer los detalles de la intervención elegida.
El Ayuntamiento de Granada informó hace unos días a GranadaiMedia que no tenían previsto retirar las piedras del camino hasta que se dispusiera del informe de una empresa contratada para llevar a cabo catas arqueológicas sobre el terreno. La intervención está condicionada -según fuentes municipales- al resultado del estudio que lo hagan los expertos.
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