CUESTA MARÍA LA MIEL

Este extraño nombre para la empinada cuesta que lleva de Aljibe del Gato a la Placeta de las Minas, está basado en una romántica leyenda, cuyo fundamento es el de la existencia de un aljibe árabe asal-jiab (aljibe de la miel) cuyas aguas, a decir de algunos son sumamente dulces.

Selan Almaanzur, valeroso adalid de las tropas de Muley-Hacen, por su actuación destacada en la conquista de Zahara, obtuvo como botín de guerra una bellísima mujer cristiana, María Inestrosa, quien llevada a la mansión granadina del guerrero, allí quedó prisionera y como si dijéramos integrada en su harén.

Su belleza atraía al sarraceno, quien reiteradamente solicitaba los favores de la dama, no dispuesta a ceder.

Pasaron los días, y ante el desdén de la prisionera, más se avivaba su pasión. Mientras tanto el alférez Enrique de Saavedra, prometido de la dama, tras muchas pesquisas conoció su paradero. Entró de intérprete con un rico mercader de sedas y convenientemente disfrazado entró en Granada. Sabiendo que María pasaba durante la noche por el jardín, lanzó una nota con un ramo de jazmines, dando a conocer sus intenciones. Al día siguiente tras recoger un nuevo ramo, Selan sale de entre los mirtos e intenta poseerla, ella logra zafarse y llegar al aljibe donde caen las flores, mientras Enrique entra en el jardín y ante los asustados criados lucha y consigue llevarse a María, mientras los jazmines dejaron el dulzor a las aguas del aljibe.

                                     Julio Belza. Las calles de Granada