Se trata de uno de los grandes paseos, no sólo del barrio sino de la ciudad, y sin duda su calle más pintoresca con el Darro y sus puentes. En el siglo XVII este paseo contaba en las tardes de verano con música de chirimías y ministriles, así como festejos de toros, cañas y sortijas, paseos a caballo,...

Durante el siglo XVI se establecieron en esta zona importantes casas señoriales (Castril, Pérez del Pulgar, Carvajal, Serrano de Luque,...) y conventos (Santa Catalina, Zafra, San Bernardo).

También en época islámica contó con importantes construcciones como el Bañuelo o el Maristán construido en 1367 y convertido en Casa de la Moneda demolida en 1844 que llegó a emitir papel moneda cosa inusual en la época. También existió un polvorín, junto a la iglesia de San Pedro,  destruido por una explosión. Al final el puente de las Chirimías o de Monte Pío, derribado por una gran avenida en la noche del 17 de enero de 1881 y reconstruido en 1882. En sus inmediaciones se fundó el primer Monte de Piedad en 1734.

La Carrera del Darro se llamó en otro tiempo  Carrera de la Puerta de Guadix por encontrarse al final de la misma, junto al puente del Algibillo, siendo derribada en 1611, cuando aún no existía el Paseo de los Tristes.

Hoy cuenta con el Museo Arqueológico o el Centro de Documentación Musical, el Bañuelo y algunas rehabilitaciones interesantes, pero junto a esas actuaciones vemos como día a día se cometen atropellos urbanísticos que están degenerando este peculiar paseo con andamios, escaparates inadecuados, letreros detestables, algunas arquitecturas inadecuadas, aumentos de volúmenes o modificaciones de cubiertas, ocupaciones de su escasa vía pública con tenderetes impropios o un tráfico excesivo y “veloz” peligroso para los numerosos vecinos, granadinos y visitantes que continúan manteniendo este importante paseo de Granada.