Recuerdo
haber leído en años anteriores artículos de prensa y cartas al director
quejándose de las personas que componen el jurado de las cruces de Mayo.
En alguno hasta se aconsejaba al Ayuntamiento la posibilidad de crear
una escuela para formar a los miembros del jurado de este concurso.
Aunque creo que los políticos granadinos lo que realmente necesitan es
recibir otro tipo de lecciones, para aprender a dejar de lado su
inmoderado afán de notoriedad, del que continuamente presumen, y
reconocer sus limitaciones no aceptando ir de jurado si carecen de la
mas mínima sensibilidad o de la capacidad de distinguir la belleza de la
vulgaridad, emitiendo juicios tan desconcertantes como la relación de
premiados del día de la Cruz de éste y de otros años. También integridad
para ser justos y ecuánimes con las diferentes asociaciones y cofradías
que de forma generosa y apasionada colaboran en la exaltación de la
fiesta, y digo bien, porque siempre se le denominó así, ´Fiestas del día
de la Cruz´ tan difícil de reconocer en este momento, desposeída de sus
dos mejores ingredientes, la música y la cerveza (no defiendo el
botellón), quedando reducida simple y llanamente a un concurso de
altares. Es posible que esto justifique que el jurado este compuesto por
un "párroco y sus acólitos" que selecciona para el premio a los
feligreses de su parroquia. Así se justifican año tras año los premios y
las menciones concedidos a algún concreto altar que cuenta con sus
macetas de plástico como elemento diferenciador.
Cierto que habría que descalificar a las cruces montadas con ornamentos
cofrades, tan de moda estos últimos años, así como las montadas con
albañilería, costumbre impulsada por nuestro propio Ayuntamiento al
sacarla a la plaza del Carmen (tradicionalmente la hacía el Centro
Artístico dentro del patio).
Discrepo con respecto a otras limitaciones, por ejemplo que tenga que
ser de clavel rojo. Obligando a hacer un gasto superfluo. Si buscamos en
Granada Gráfica fotos de los años 20 observamos que se adornaban de
formas distintas, Jorge Apperley la adornaba con hiedra en la plaza de
San Nicolás. La sociedad Balompédica Granada la hacía con flores de
papel en la calle de la Gloria nº 1, y también de papel se hacía en el
grupo escolar Alfonso XIII por la Junta de defensa del Albaicín. Pero
todas ataviadas con lo mejor que había en cada casa, mantones, cobres,
cerámica, tapices, alfombras, cornucopias, pequeños muebles y hasta
algún cuadro, sin olvidar las mejores macetas del barrio. Era muy
frecuente añadir algún elemento religioso, casi siempre una Virgen de
las Angustias que nunca faltaba sobre la cómoda de algún vecino,
ángeles, un niño Jesús y casi siempre una Inmaculada... Me resulta
difícil pensar que en los años 40 y 50 en plena posguerra hubiera dinero
para comprar claveles naturales de Motril.
No soy crítico, ni erudito, ni exquisito. Soy un currante siempre
dispuesto a trabajar por mi ciudad, en todo lo que sea embellecerla y
potenciarla. Llevo mas de una veintena de cruces a mis espaldas con dos
primeros premios uno a la izquierda y otro a la derecha. Este último año
en la cruz montada por la asociación de vecinos Bajo Albaicín en el
patio de mi casa nos dieron el tercer premio de patios, aunque para mi
el mejor de los premios fue por fin descubrir las deliberaciones del
jurado. Compuesto por seis personas, una de cada grupo político, una en
representación de la federación de asociaciones de vecinos, otra de la
prensa, y un amigo del concejal de cultura, bastante asiduo en estos
menesteres. Reunidos para dar su veredicto, los representantes de PSOE,
IU y Prensa votan primer premio para nuestra Cruz; obviamente, el
representante de federación, el amigo del concejal de cultura y la
concejala del PP dicen que no y esta última, como presidenta, utiliza su
voto de calidad y otorgan el premio a su candidato. Insisten los tres
miembros del jurado y proponen nos concedan el segundo, oposición en
rotundo de la concejala del PP, nueva votación y, misma situación,
tampoco nos lo conceden. Al final conseguimos el tercero porque no hubo
que votarlo. Para terminar, rogaría a los concejales de la oposición que
nos liberen de este sometimiento servil que trata de imponernos el
equipo de gobierno y no participen como miembros de un jurado amañado
para premiar a sus simpatizantes y fieles, a costa de que se pierda el
carácter participativo, festivo, alegre y confiado que la fiesta de la
Cruz merece.
Juan Manuel Segura representante de Ciudadanos por Granada
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