La Alhambra clara

María Escudero                                                Granada Hoy, 01-02-2012
EL Albayzín oculto", son dos versos de un precioso poema de Elena Martin Vivaldi que está recogido en Memoria poética de la Alhambra una maravillosa edición de José Carlos Rosales recientemente publicada por el Patronato de la Alhambra y Generalife .Las palabras de la poeta granadina parecen describir una realidad que con su fuerza poética vienen a reforzar una realidad tan evidente como, hasta ahora, inevitable.

A propósito de la presentación de una ruta turística nueva que, con el nombre de Dobla de Oro, anunció ayer la dirección de la Alhambra, que va a permitir extender la visita del monumento nazarí a otros de la Granada morisca tuvimos los asistentes al acto un sentimiento de alegría compartida por el feliz programa que se nos presentaba y por el buen hacer de la directora del patronato que añade a su ya reconocida gestión un elemento más, entre muchos, de rigor y excelencia.

Pueden pensar que es una exageración por mi parte, pero les aseguro que debido a los tiempos en los que transcurren nuestros días y a la idiosincrasia de esta ciudad, es motivo de alegría recibir esta propuesta que mejora y mucho nuestra oferta turística. Proponer, aportar son verbos que se conjugan mal en nuestra ciudad donde tienen más fortuna destruir o descalificar, a veces aún a pesar de provocar daños irreparables. Por eso que la visita a la Alhambra pueda ampliarse a otros cuatro monumentos de gran valor patrimonial pero que son menos conocidos (Corral del Carbón, Palacio de Dar Al-Horra, el Bañuelo y la Casa Morisca Horno de Oro) viene a reforzar nuestras capacidades culturales y a relacionar y evidenciar el vínculo entre la Colina de la Sabika y el Albayzín. Una vez más la Alhambra sirviendo a Granada, Granada sirviéndose de la Alhambra en una unión inquebrantable y ajena al transcurrir del tiempo.

Por más que se inventen bulos y se pretenda jugar permanentemente al localismo y al agravio, la Alhambra es Granada y Granada es la Alhambra; son una y la misma cosa y las derivas mercantilistas causan estupor tanto por su ramplonería como por su ineficacia. Permítanme que les recuerde que el ochenta y cinco por ciento de los visitantes del monumento nazarí duermen en Granada que además tiene una de las cifras más altas de pernoctaciones (2,3 por viajero). El valor turístico de la Alhambra no está en cuestión ni en calidad ni en cantidad, preocupa más la gestión del conjunto de la ciudad, el Albaicín o el centro histórico abandonados a su suerte.Hay mucha preocupación, a veces aparente, en la explotación turística de nuestra ciudad, cuando lo que debemos es de ocuparnos en hacerlo bien con cuidado y esmero como exige nuestro patrimonio que es granadino… y universal.

Ayer decía José Sanchez Montes " lo que mejor puede compensar una Granada llena de turistas es una Alhambra llena de granadinos ", estoy segura que ese es un camino fructífero para nuestro futuro.